30 de noviembre de 2006

Acomodando (uno)

Hay incongruencia en lo que digo y veo y escribo, pero suele dejarse así y nadie se da cuenta. La primera idea que viene a mi mente es que he estado equivocado con eso de que la debilidad debe demostrarse en lo escrito antes que en lo humano. [Inicia, en fade in, música de tetris tocada en badalaika o en gaita, con tempo disminuido por lo menos al 60%, digo, hay que hacerle honor al título de la entrada, aunque en la versión original estoy escuchando Lady in red gracias al shuffle de mi player]. Ya aclarado esto, debo recordar a un personaje de mi viaje en Zacatecas, sobre todo porque llegué a decir que parecía, en parte, como si el CONEL hubiera sido su gran fiesta, casi como diciendo It's my party and I'll die if I want to[otra vez, maldito shuffle]. Y quizá tal observación sólo la llevó la delegación U de G porque, de su parte, hubo mala recepción. Ojalá, la intención era que nadie se llevara tal impresión del Comité Organizador de acá de Guadalajara, pero, entre pocos, el protagonismo llegó a notarse... YO NO SOY IVAN CRUZ!!!, Yo no escribí tiempos de guernica ni presenté el libro de Allen Gingsberg en septiembre de este mes, y viento en vela, aunque chida, no tiene nada que ver conmigo, estaba cara en Zacatecas y nunca me llegó un ejemplar gratuito aunque le he hecho promoción... ¿En qué estaba? Bueno, las ideas que se asientan tienden a desesperar mi cordura, y tienen que ver con mis compañeros de la Licenciatura en Letras de la U de G, es una situación extraña, pero la única forma de moverlos, en cuanto masa, sería amenazar sus calificaciones, ya que no hay un hilo rector entre todos, más allá de que estudiamos en la misma escuela. He hablado, he oído, he puesto atención, y hoy reporto: No los puedes ofender porque, si se sienten ofendidos, ya no hay vuelta atrás y no te hacen caso[y ahora cambió el shuffle a Confutatis Maledictus de Dvorak]. Son tan variados en todo, edades, profesión, intereses, grupos, lo único que los une por igual es porque todos terminan odiando o respetando a determinado profesor, pero el tiempo, para ellos, es algo que no se debe perder. Y yo fui testigo de que, ausentándome dos semanas de las clases, mi rendimiento es tan bajo que no le entiendo a los maestros porque avanzaron demasiado en ese periodo. Obviamente esto es falso, quizá deba leer un poquito más para recuperar el terreno perdido, pero esto no pasa de dos libros y una revisada a los apuntes de alguien. La otra es que, aunque lo nieguen, se creen una élite que no puede convivir con los de la misma élite, siempre aprietan los dientes por no poder cerrar los oídos, y sus amigos son iguales, no aceptan admisiones porque eso les violentaría su concepción de "estatus". El acento ranchero fresa que reina en jalisco sigue mostrándose más cada que lo buscan ocultar con un tono culto. Qué más? no tienen tiempo para escuchar a otro que no sea el maestro, los otros, que no son sus amigos, no tienen nada importante por decir. Si hubiera una autoridad, irían por ver la autoridad, pero no a ver a un igual, porque ¿qué sabe el igual?, no nos interesaría escuchar su investigación, pero con pena y necesidad le preguntaríamos por un ensayo para seguirlo como ejemplo... Sí, los estudiantes no quieren hacer cosas académicas, con la escuela tienen suficiente. Un encuentro es muy académico como para que un alumno se interese por eso. Ya se tendrá que volver uno académico cuando se termine la licenciatura, y si quiero evitar lo académico, me meteré a la maestría para volverme académico hasta que termine la maestría. Y entonces vendrá el dotorado, donde, por ser dotor ya no tendré que mostrarme académicamente en la sociedad. No, hay estudiantes que saben más que yo, voy a hacer nada más el ridículo... Sí, y yo no sé bailar y canto peor que Jolette, por desgracia también intento evitar el ridículo... Es mejor ir a otro lado antes que ir al encuentro, de nada me va a servir conocer tes puntos de vista acerca del periquilo sarniento, ni me interesará conocer lo que están viendo los estudiantes de otros estados, es mejor no saber que en otras universidades el maya es una materia obligatoria, mi U de G lo tiene todo. En fin, ninguna línea está completa que no se haya borrado y sé que se pueden poner más [recuerden la musiquita solemne de Tetris], una pieza más, se gira, se pone, la línea pide otra pieza. Por favor, U de G, dígame qué sucede, complete la línea.

Autopsicología

¿Saben ustedes lo que es escribir un blog? Por desgracia yo no sé leerlo... La dificultad reside en que leer las cosas de otros es buscar similitudes entre los conocimientos tanto del lector como del escritor y eso, mis señoras, no es posible. Quisiera impresionatles con algo digno de ustedes, hablar acerca de los que piensan que acerca se escribe con hache, hablar de cómo se apreciaría el vuelo de una mosca desde el punto de vista puritano, hablar del estornudismo, acerca de lo difícil que es leer una nota al pie, hablar del manifiesto infrahuevón y sus orígenes, de cómo debería de ser la firma de los seres humanos, de cómo es que cocino los huevos, de lo difícil que puede ser una despedida, de cómo hablarle al público... Pero, señora, seamos sinceros, yo sólo sé abrir latas de atún y hacer nudos para suicidas franceses, yo sólo sé criticar textos y escribir cosas que a mí no me gustan, no me sé las canciones de moda y he adoptado el baile torpe como un estilo de vida; llevo tres semanas sin tomar más que un vaso de refresco de toronja y no sé cuántos limones hay en el refrigerador del vecino. Recuerdo lo vago de una canción preguntando si he visto sueños bailar, señora, pero de ella sólo me pregunto si Derridá pudo escribir alguna vez did you ever see a peach dancing? well i did. Y eso es lo que sé. ¿Debo darle golpes para acomodarlo en lenguaje tabú? O será ya hora de apretar el botón de publicar...

De aquellos que relinchan (de ars erotica 3)

Hay ocasiones como ésta en que maldigo que el idioma tenga más tabúes que mi necesidad de expresar, como si necesitáramos crear un neologismo para definir el deseo de detener el tiempo mientras observamos a una mujer soltando su cabello, cuando se pide inútilmente a papi tiempo la oportunidad de contar cada hebra... Quizá algunos de los lectores de este blog recuerden al Armín que se sentía caballo cuando estaba amorosamente cerca de una mujer y que, en el punto climático donde la nieve cae, comenzaba a relinchar. Pues esta entrada no tiene nada que ver con esos relinchos, ni con zoofilia, ni con la muerte de Valentín Elizalde, por lo menos eso creo yo. Tiene que ver más con darle un lugar a los que no relinchan, a los normalitos que lo único que saben del asunto climático es lo que han leído con Vatsayana o los gemidos que se perciben entre los ecos de la canción reguetonera que hoy está de moda. No hay mucho por decir de estas personas, atacarlas es atacar a toda la humanidad y sus variantes entre A+B, sería una discriminación donde pondríamos una marcada separación entre la élite del ya tuve y los mortalitos del cómo fue... Esta entrada es para hablar de que el lenguaje no da posibilidades pacíficas para definir el erotismo, todo lo que se dice al respecto, aún intentando ser lo más racional posible, implica hablar de un acto violento, no de una ruptura de un canon, pero sí de la ruptura de ilusiones e hímenes. Y de esto saco que la ciencia es algo tan violento como buscar la perfección. El hablar de erotismo sólo trata de la posibilidad de hacer daño a otros. Quien me entendió, por favor visite un psicólogo antes de actuar, quien no me entendió, no se apure, que no he dicho nada.

21 de noviembre de 2006

De ars erotica 2

No logro recordar lo que puse en la entrada de ars erótica, pero esto va un poco más enfocado a mis reflexiones acerca del temario del quinto CONEL, que al parecer versará sobre la ruptura del canon. ¿Qué se puede definir como un erotismo no canónico? es decir, corríjanme, pero todo lo que se hace debe llevar un principio fundamental que radica en el aumento de un estímulo. Las tantas posiciones, aun cuando se realicen entre personas deformes o lisiadas, son canónicas desde el punto en que son conocidas. De esto, tenemos tantos chistes que versan sobre las posiciones sexuales y los menesteres del juego previo, que podríamos llenar el blog con tales cosas. Lo que le queda al no-canon sería entonces aquello que todavía no es conocido, pongamos por ejemplo a mis vecinos imaginarios: en la casa contigua, se escuchan, en algunas noches, golpecitos y suspiros fuertes, como si la cama, que imagino de madera, fuera un transmisor de los embistes que ellos llevan a cabo. igual y eso se escucha también en un hotel como el Hotel León (una disculpa a las delegaciones que consideraron que tal hospedaje era una ofensa a su integridad, pero -tengo entendido- hay agua caliente, las puertas cierran bien y las camas son de calidad aceptable, además que, desde que Rulfo lo dijo, el cansancio es el mejor colchón), pero lo que sucede es que tal acto fue único, no por el escucha, sino porque los actores poéticos comenzaron a usar un espantasuegras. Entonces, en ánimos de definir la ruptura de un canon, pachebeliano o no, el erotismo debe de hacerse a un lado, al igual que el resto de los elementos, según yo, el canon no está definido como un de los renacentistas para acá o un los seguidores de Jolette (o de cualquier persona que cante horrible y tenga seguidores, como Wittgenstein, Storni o Montesori) no estamos en el canon. No podemos hablar de la ruptura de un canon a no ser que cada crítico literario defina su propio concepto de canon y de ahí decida romperlo al decir que ya nunca va a tomar leche pasteurizada desde la espalda de su objeto de deseo y le va a entrar algo más pesado: la cajeta de leche de cabra. En fin, esta entrada fue hecha en parte para que no se dijera que yo soy de los moralines, pero lo que digo es que, para hablar de un escritor que rompa el canon cuando los métodos de análisis como la sociocrítica y las teorías globales, junto con otras, ya han establecido que cada texto posee sus propias reglas y se debe analizar el texto conforme a éstas, se necesita o mucho ingenio o mucha omisión tanto teórica como práctica. Es decir, en un acto sexual, si se analiza como un cuento ruso, nos daremos cuenta de que la parte A siempre guardará una relación con la parte B, y si le aumentamos la presencia de una parte C y otras que sucesivamente se pueden nombrar con el mismo orden alfabético usado en los huracanes, las relaciones siempre se pueden estudiar. Se ve difícil estar escuchando la palabra transgresión durante todo un congreso, estar escuchando los miles de discursos que surgirán acerca de la necesidad de justificar un pensamiento obedeciendo al canon, estar, en fin, viendo a otros compañeros hablando sobre su tema de estudio partiendo de la definición propia de un canon que se debe romper. Y mientras tanto, del arte del erotismo, sólo me queda por rogar que el espantasuegras se calle pronto.

20 de noviembre de 2006

Ante la rutina

Damos un momento de silencio por las delegaciones ausentes... Y ahora, después de bostezar a ocultas, debo volver a bostezar en clase, cual si hubiera sido un sueño o una pesadilla que terminó conmigo acomodando el desastre de mi cama a las cuatro de la mañana, o con mi ausencia en la despedida de varias personas a las que espero ver después. Ante la rutina, veo venir los trabajos finales que me harán mermar el promedio, pero todo está bien. La siguiente entrada ya volverá a ser elevada, queridos lectores. Esta es una de las razones por las que insisto en no querer hablar de uno mismo: después de un rato los blogs se vuelven aburridos por la simple razón de que en tu vida no sucede nada mejor que lo que acontece en una telenovela. Es decir, no entiendo quién quisiera leer que estuve leyendo mi trabajo en la misma mesa que escritores jaliscienses de renombre, siempre he destestado ser presumido, ensalzar lo que hago. Todo termina siendo aburrido para el lector cuando éste no es amigo del escritor. entonces, prometo que en la siguiente ocasión abordaré algo más general.

18 de noviembre de 2006

Y... Otra vez Manuel.

Lo que es cierto, es que ya no estamos en Zacatecas, y después de esta faena de casi cuatro días puedo intentar fingir que escribo una carta a la doctora corazón y le pregunto por qué después del viaje todos se odiaron o no pudieron vivir en paz, quizá fue algún líquido del karma que se les juntó en la redada del Euro o algún virus que obtuvieron en el recorrido que hicieron mientras yo andaba en la junta de delegados, tan solemne que nadie ordenó nada en la barra. Ahora, este espacio ha quedado para narrar lo que sucedió en Zacatecas y no le veo una gran razón para existir ahora que terminó la historia, igual pude hacer una historia donde los cinco viajamos otra vez a Zacatecas haciendo uso de un ropero que compró alguno en un bazar y la historia continuaría, pero debo cerrar la historia, no porque temo darle un machete a Jandro o un bat de beisbol a Paola o hacer un zombie u hombre lobo de los otros tres. aunque quedaría bien... Pues bien, Blogpedrito, tú serás la blogpiedra, en tí narraré otros días triviales que presenciaste: los del IV ENELL, en el blog recién creado: Así se hace el rompope A esto le llamo debilidad humana, a usar un blog para contar los sucesos de mi vida y mi ego en lugar de aportar algo a mis pensamientos o a la cibercultura. Creí que no iba a sucumbir, pero esta debilidad me carcome y aquí voy a depositar aspectos más directos de mi vida. Terminando de hablar sobre mi papel en este encuentro, respetando la tradición preinfrahuevona con que redacté la "Historia General de las cosas y sucesos que le acaecieron a seis jaliscienses en la ciudad de Zacatecas", a ver qué más se hace...

3 de noviembre de 2006

Buscadores y la minificción

Quisiera saber, bueno, realmente no me importa, si ustedes han tenido la sensación de que, después de hacer que el puntero del ratón dé click en uno de los resultados de google o cualquier otro buscador que exista en el internet, todos los problemas y dudas que tenemos respecto a un tema se van a solucionar por la alta graccia que nos concedió el Internet. Después de dar click o, en su defecto, abrir el vínculo en una ventana nueva, esperamos a que cargue, quizá vamos al baño o a otro lado mientras sucede, y cuando termina de cargar nos damos cuenta de que no es lo que buscamos. Visto desde este punto de vista, el Internet sigue siendo algo inútil que, pese a que día tras día está intentando mejorar, sigue siendo humano. Al Internet no se le puede contener porque es como la poesía o como el conocimiento que nunca será absoluto, tanta información y poder se supedita a los límites que tiene la humanidad, la diferencia es que la computadora no huele a insecticida rociado en las páginas de un libro viejito, bueno, la mía sí, pero es un caso especial. Lo que me importa ahora es el tema con que comencé: la búsqueda fallida. El contador que tengo me manda alguna información de quienes me visitan, y si alguien llegó aquí por los azares de un buscador, me hace saber el keyword. El último keyword fue calendario fotolectógrafo. Ese no es común, pero se dio el caso. Últimamente me han llegado varias visitas brindadas por los que buscan calaveritas, específicamente, sus keyword decían: calaveritas para oficina, calaveritas para mujeres, calaveritas en el trabajo y calaveritas a secas. Fue decepcionante para éstos que nomás encontraran mi comentario suelto al texto libre acerca de que las calaveritas parecen ser importantes en la sociedad. Hay otras visitas que seguramente se han ido de aquí con la esperanza rota, como unos que buscaban un resumen de Corazón. Me ha sorprendido que el internet está al alcance de muchas personas que, al igual que yo, bucan a veces cosas que ninguno otro busca otros Keywords son (yo les puse las comillas): "Cómo hace el caracol cuando lo tocas", "Celular perdido" "Mitología indú" "extrañezas culinarias" "dibujos de caritas tristes" "close to you carpenters en español" "figuras carita feliz" "ovejas emoticon" "porque peleamos poemas" "hecho una sopa" "coser agujero calcetín" "saltamontes" "me cambiaron el humos" "dónde usar aretes" "paranoia jalisciense" "princesa caramelo" No sé si hable bien de mí que todo esto remita a mi blog, pero a todos los que han visitado mi sitio desde buscadores, les gradezco la visita, aunque sé que se han ido decepcionados por no encontrar respuestas concretas en mi blog.

1 de noviembre de 2006

Todo a su tiempo

¿Qué tan seguido le pasa a una persona el darse cuenta que ya no es el mismo? Sí, es la pregunta rectora de varias novelas, de esas que se preguntan sobre la manera de volver a ser un niño o tener nuevamente la edad en que se era más joven. Se puede decir que hay cotorronas que aun después de casi cuatro años de haber salido de un plantel educativo siguen diciendo que en aquel entonces su vida era felicidad, más por los amigos que se tenían. Hay momentos en que me siento poderoso y capaz de decirle a algunos maestros de niveles anteriores que creo ser mejor humano que ellos. Si me portaba aplicado, ellos lo ven con gozo, y si me portaba como un rebelde, me quieren mandar matar por envidia. En cualquiera de los casos, creo que tal evento sólo se da por la casualidad, los vuelves a ver, les sonríes y saludas, teniendo miedo de que te vuelvas uno de tantos alumnos modelo de los que se ponen a hablar después. Como sea, ya habiendo puesto en un hilo a la definición de amistad y no queriendo insistir con que estoy consciente de que todo lo que me rodea siempre se está despidiendo antes que intentando aferrarse, conclusión a la que llegué en una etapa de luto que tampoco importa mucho mencionar hoy, hablaré de un recuerdo que encontré mientras veía los archivos de mi computadora: Como pueden ver, los que me conocen de la prepa, los compañeros que me toleraron tres años, saben que no es nada nuevo, y tampoco para los que me han preguntado si le hago a la dibujada. Es un recuerdo que cuando lo veo me duele por varias razones: En primera, porque yo lo hice en aquellas épocas de poetita en que uno prefiere hacer dibujos y estatuas de hielo en lugar de hablar directamente con la chava, hoy resulta un golpe a la autoestima actual, y por eso debo hablar de tal trabajo En segunda, porque fue el primer rompimiento absurdo que tuve: olvidé su cumpleaños y eso se juntó a la distancia entre las dos casas y mi silencio acostumbrado, en fin, expertos de las relaciones que adolecen, aquí un mal ejemplo. En tercera, porque "La luna no sale sobre el tablero"(tenía 14 años, pues, perdónenme la baja creatividad para los títulos) está como mural en el cuarto que mis padres me asignaron en Cajititlán, ya casi no voy para allá más que en las celebraciones largas, pero esa es otra historia. En cuarta, porque el mural está hecho con plastilina y ustedes saben que la plastilina es algo difícil de embarrar en la pared, y parte de mis callos está en esa pared. En quinta porque me recuerda que ha dejado de lado el ajedrez, por si no se han dado cuante, la cinturita es causa de la cosificación del objeto deseado. En sexta: porque me doy cuenta que veo al catorceañero de mí con un aire de superioridad, como de seguro veré después esta entrada y las que vengan, nada nuevo bajo el so, pero quería poner seis porque es un número cabalístico cuyas propiedades desconozco. Ahora, sé que esto se ve más como un Miren, mortales, lo que Dios ha hecho, pero no es mi intención presumir mis primeros trabajos que no terminé, pero ustedes verán, queridos psiquiatras y vendedores ambulantes, que tiene una justificación. Todo a su tiempo