27 de enero de 2008

isopropanol tensoactivo

La vida es un compuesto químico que nadie se interesa por desmantelar. El recorte de intelecto no sé a qué se debe, Muchos dicen que es porque la mujer, en su naturaleza de sed de interés y conocimientos, misma que está siendo desarrollada en exceso por la moderna sociedad, nos lo bebe como si fuera un licor exquisito. El problema es que después, al igual que el vino en el cuerpo humano, el conocimiento se convierte en urea y nomás no produce conocimiento alguno, es expulsado del cuerpo sin dejar rastros mayores. Entonces, he de revisar un enunciado que hizo otra persona a partir de las experiencias de un artista: el trabajo y las mujeres no se llevan, pues los dos demandan tiempo y ninguno de los dos quedan a gusto, a no ser que el trabajo sea hacerla de gigolo. Vaya reflexión. Es tanto el tiempo que se pierde hablando con la gente que comienzo a comprender a los ascetas y a todos esos que se van a retiros espirituales, pues pareciera que, efectivamente, la humanidad está condenada a perecer por aquella cualidad que le diferencia de los animales. Digo esto porque el estar metido en las vicisitudes y requisitos de una sociedad impiden que el artista funcione como ente creativo y adopte más una faceta pasiva. Por otra parte, el estar dizque ocupado con las cositas de la sociedad hacen que uno se identifique con el pueblo y el público se identifica con el artista, por eso si uno se separa de un público está la bifurcación del que se ajusta y el que no se ajusta. Es decir, el compromiso de realizar un trabajo con ideas creativas o rediseñadas en su defecto parece en muchos casos una prioridad que afecta una vida entera o, por el contrario, un algo que es tan frágil y delgado que el roce de la vida cotidiana puede convertirse en el trato más cruel de un payaso o de un verdugo impío. Pero por hoy sólo he de preocuparme por limpiar mis lentes

18 de enero de 2008

Manuel...

No entiendo, los buscadores me han traicionado y ya no traen a gente con intereses muy peculiares... En fin, al regresar del ajetreado día infructífero sólo me quedaba ver el montón de lugares por los que pasa mi camión pero no he pisado. La mayoría lugares ya cerrados o puestitos donde los huevones y acomodados se ponen a cenar un dogo o un biónico o unas papas a la francesa o, ya de plano, unos tacos y un churro relleno. Pero lo que yo esperaba es al peculiar intelectualoide de camión, que a veces se sube hablando con otra persona conocida pero en verdad ya no le habla a ésta, sino que grita su discurso a los asistentes del camión con elementos que lo llevan desde una guerra de petróleo y controles del mundo hasta explicar, dado que no controla las extrapolaciones, por qué el borracho de su pariente le hacía comer pasteles de mandarinas. Pero en fin, este personaje no subió hoy, pero todavía recuerdo sus gritos como si quisiera cambiar el mundo que le rodea de la forma más fácil y jalisciense que tenemos: decir que el mundo esta jodido y lloriquear hasta que otro pasajero actúe por él. Así que me puse a ver las peculiaridades de estos letreros que generan dinero a los puestos: Primero va el negocio y luego el nombre del dueño o un nombrecito amigable o alegre, quizá alusivo a una canción o a una parte de un poema o a un encabezado de periódico o a una película, y los que más se atreven ponen un súper o gran o sensacional antes del denominador del puesto. Todos extrañan, o por lo menos los que saben de ellas, la originalidad de las pulquerías porque nunca avisaban que vendían pulque y sus títulos eran más similares a un "acelérele chofer" y uno se tenía que acercar a ver qué demonios vendían puestos con nombres como: el sarape del compadre o la casa de la abuela. En fin, en esas andaba cuando noté que nunca he visto un puesto que use como nombre Manuel, quizá por la mala fortun a que impone este mismo nombre: se puede ser un ganador siempre y cuando la suerte no tenga que ver con dinero... Por eso no hay que ponerle al hijo como al padre o el abuelo, mejor Telémaco

tresochenta, seistreintaiséis, el tur, y similares

Pues la neta, bola de delicaditos fresas que no gustan del reguetón. Por eso tantos "hemos". Entonces les hablo del asunto del transporte urbano, a ver si así. Si hay una forma de determinar el acento o entonación de Jalisco, muchos hemos acordado en que sería un regimontano fresa. Pero la cuestión es que se quiere subir el costo del transporte público quién sabe por qué, dicen que para capacitar a los chóferes y para comprarles trajes y que se vean presentables. La cuestión principal es que Guadalajara, como ciudad pequeña y mediocre que quiere copiar a otros, está llena de gente floja que, pese a poder caminar, su entonación de parte fresa prefiere siempre quedar más cerca de todo. Y bien dicho está que ellos pagan por el transporte. Aún así, no quieren pagar más por el tonito regiomontano que los gobierna. La solución es muy fácil si hacemos una utopía y logramos que todos anden en bicicleta y los taxis cambian a bicitaxis y los camiones, así mismo, son un conjunto de pedales. Lamentablemente todos son unos huevones que prefieren estar sentados con su música o al lado de su comadre y sin hacer movimientos algunos. Entonces, dado que somos flojos y tendemos a la comodidad, estoy de acuerdo en que suban el costo de los camiones o se las averigüen para descentralizar todo Guadalajara. Más detalles si me preguntan, o si me aburro o me contradigo, pro opinen, bola de huevones

12 de enero de 2008

Il y a pourtant un certaine chaleur dans ces vers

Hay ritmos que nunca serán comprendidos, mas aquél que ha bailado aunque no haya sido en público notará que es una actividad relajante y social. Por eso es que no todos bailan ballet y no todos bailan reggaetón y no todos cabecean con el reggae y no todos respiran profundo con musiquita china y no todos gustan de cantar el padre nuestro en misa. Mis preferencias de música son yo y mi circunstancia, y por eso, aunque lo intente, estoy en contra de la banda sonora de la película Atlético San Pancho. El reguetón es, entonces, una circunstancia potencializada por la que pasan muchas personas: el sexo. La razón de esto es que el ligue y la cartitas y los niños que roban a niñas del pueblo ya casi no se acostumbran, o por lo menos no se ven en el programa lo que callamos las mujeres, la vida es una canción, Mujer casos de la vida real y todas esas sitcoms de la televisión mexicana. El que no vea la relación entre un ritmo cualquiera y la gama de emociones humanas verdaderamente carece del derecho de opinar sobre una y otra línea musical. La música reguetonera es la circunstancia de una sociedad que está aportando sus valores a una influencia de música superior, es, pues, el resultado híbrido del rap con la cultura hip-hop, el culto al sable láser del señor Lucas, los juguetitos que salían en la cajita feliz de MacDonald's, las revistas para adultos sin clase como el semanal de Marranas, de adultos con clase como Playboy y Maxim, el machismo religioso imperante en Latinoamérica y la mezcla de canciones populares chinas heredadas por las galletas de la suerte. Es como la música propia de latinoamérica en un momento similar al del romanticismo literario, pues busca su propio estilo en palabras tan antiuniversales y excluyentes como perreo, chacalonero, fondeo, y la reutilización de otras frases a las que se les agrega una connotación fálica como anteriormente distintos grupos también hacían una connotación psicotrópica. El que la gente entienda más fácil estos mensajes por causa de su amplia relación con el chorizo, las salchichas, los tamales, el mofle, la ardilla, el chango y hasta el clóset, no es culpa de la música. El factor de las rimas y ritmos depende en su mayoría de ajustar distintas palabras y este hecho requiere habilidades propias de un poeta en el sentido canónico, lo que desemboca en el estilo de acomodar un lenguaje criollo en un ritmo asímismo criollo. Además nadie entiende completamente cuánto se desgasta una manera en aras de definirse cuando la disquera les impone seguir un concepto que venda a una mayoría, pues de ahí han salido melodías idiotas como la de "bebé te quiero guoguó" o "I can see how you are beautiful, can you feel my eyes on you?"Sin nombrar las fuentes de empleo que generan estos tipos en el campo de la producción musical, administración de servicios en un concierto, producción de videos, playeras y similares, no veo en este aspecto un daño a la sociedad verdadero. Preferible es que canten y perrién, es decir, que jueguen a los albures y estén ligando a que pinten bardas y asalten. Hay tanto por decir, mas ya es suficiente, luego me copian de más

voi che rigetoniate, ascoltate il dolce suono

Habiendo dicho ya lo del ánimo rebelde, ahí están los músicos que no siguen los ritmos canónicos o de esos megalómanos y melómanos que imponen su parte de protesta con canciones llenas de ritmos sosos pero adictivos como "sabes que sería un mentiroso si te dijera:'chamaca, no podríamos ponernos más para más arriba'...aquí es arriba y ya no hay más arriba"
Les polycandres billaient dans les bois Un pierre prit feu...
Este tipo de música hace una marcada distinción generacional allá por los sesenta y algo, se persignaron y obcecaron muchos de los que oyeron esta canción que hablaba de un demonio llamado drogas y que estaba destruyendo a la sociedad que todavía hoy nos rodea; es decir, otra falsa alarma de rebelión: ellos no pensaban como yo y por tanto son el diablo. Lo que en estos días llama a la persignación es un fenómeno denominado FOS3, es decir, Freedom of Speech, Selection and Sex, gratituidades (no libertades) que han causado el descontrol social y las distinciones entre música popular para los antiFOS3 y música no popular para los foscubistas. El problema es que en esta división de música las dos tienen igualdad de transmisiones a través del radio. Y tienen sus seguidores. y ahí está el reguetón, como la música que ahora se vuelve distracción de masas: mientras unos y otros atacan y defienden la lascividad de mujeres que están, cómo decirlo... in gentil mamota donna sovra de l'onore. Pero como defenderlos diciendo que mejor se pongan a leer un libro no es una defensa sino más bien como lanzarles un palo para que vayan por él, digo lo siguiente hora sí, del rigatoni

11 de enero de 2008

En defensa de los que no se saben defender

Hay ocasiones en las que uno dice: "tanto que atacan a estos pendejos y ellos que no ven ningún argumento a su favor", y por tanto uno siente la necesidad de ayudarles o brindar algunas ideas para que su discusión sea más limpia o por lo menos que levante un poco la mirada de los que ni siquiera saben por qué siguen una tendencia. No, no serán los darkigóticoforenses, pues ellos no tienen una verdadera solución; serán defendidos los pertenecientes a otras razas algo peores, para que no tenga sentido el célebre lasciati ogni speranza voi che rigetoniate. Ya, pues, estando yo a un cuarto del viaje de nuestra vida en una silva non nera ma non pulcra porque ya muchos burros comeolotes han borrado todo camino, buscaba mejores aguas en el arte de la rima cuando de la nada me llega algo que se pronunzia parecido al rigatoni, que en lugar de una pasta ensaladera es una canzione muy marrana de nuestros días. Para los que no me entiendan todavía, hablo del reguetón. Bola de indios istronzos. De no ser porque me dicen que eso es malo pero no malo como la televisión, total que ellos piensan pestes de una música que, si bien no merece mi respeto, sí ha de merecer mi defensa aunque mi apellido no sea Contreras.
Udendo rigetoniete, amanti, poi che piange amore
Para ser justos, la música siempre ha sido un arte, por lo menos aquél que paga unos cursos para que el mocoso se vuelva un fértil terreno de multimusicales manejos de instrumentos. En este sentido, yo, al igual que el pueblo, estoy lejos de este mundo de apreciación bachteriana y volkswagneriana, estoy más cerca de lo que me pongan en el radio o en la tele, onde tutti li nostri pensieri parlan d'amori stupidos. Por lo tanto, es común que, mezclado con el pueblo, elija sus preferencias de vez en cuando. Pero luego este pueblo me ha mostrado que según eso escuchar a Cri-cri durante edades adultas es malo y que también lo es no lavarse las manos y, lo que se supone no debo tolerar, escuchar malas palabras y apoyarlas también lo es. Si bien yo estoy en contra como otros pensadores del término contracultura, esto se rige por el quererserdiferentes que gobierna nuestra mente hasta el punto de volvernos unos ribelli asqueados de cantar la de Mi gustas mucho, me piaches mucho tú, tarde o temprano... o la de Lindo pescadito... Dicho todo esto y denunciando el espíritu de rebelión, después les hablare del reggatoni

10 de enero de 2008

Manuelea

No he de ser el único que ha usado la palabra odisea para describir sus dizque aventuras épicas, ni he hablado acerca de que la palabra "odisea" sólo tendría validez si el otro se llamara ulises u Odiseo, no si es un viaje o un regreso hacia la casa con algo de agua o un viaje por mar durante varios años. En ese caso o cualquier otro que no sea cuando hablemos de un Ulises o uno de los otros, no se use la palabra odisea. Claro que el diccionario establece que tal uso es apropiado, pero, como esta entidad también hace saber acerca de los lugares comunes y locuciones que hay en nuestro lenguaje, cabe decir que odisea es un lugar común. Sólo cuando se abarque de forma verdaderamente artística, como en el caso de don HAL9000, la dejaré pasar. Entonces, Para no terminar de quitarles el tiempo he de decir que usaré el Manuelea (que nada o mucho tiene que leer con Manus fest o con Manuela) para referirme a todo aquello donde yo esté en un viaje de regreso a mi casa. Por fortuna, tanto para el huevón de mi escriptore como para los ídem de mis lectori, no viajo mucho y por ende no he de regresarme mucho; y de todas maneras les hablaré de cada mini-regreso en esta ciudad llena de héroes y basura y poetas y.. bueno, ya no se ven tantos darketos como antes; Para los que están de darquigofic guánabi, pónganse como ley que no se van ni a suicidar ni a cortar de más las uñas con el sacapuntas. Queremos verlos más seguido. Y cuando uno empieza a hablar basuras, con gusto tiene ganas de seguirle, pero eso ya ha de ser otra historia, hoy jugaré con copyscape un rato, pues lo acabo de encontrar, y luego a pensar en los regresos, al fin que esto sólo era para burlarme de quienes se pintan las uñas y creen que el negro se les ve bien

8 de enero de 2008

Fetchez la vache!

Como anotación, es necesario decir que a través de los años de la cinematografía siempre es necesario que en una película aparezca una vaca para que el espectador diga "Esta película es buena".
Señores, pese a que la vaca se nos aparece en muchas formas, sobre todo en modo sinecdótico (es decir, la carne de res o la leche o la mantequilla o la piel de las botas o un llavero), la afirmación de una buena o mala película a partir de la existencia de una vaca ha dejado de tener importancia en el cine desde que los productores y directores se dieron cuenta de que pueden, si es que así lo desean, poner de rojo hasta los cabellos de la abuela. Hoy día, la vaca en el cine sólo aparece como una tradición que no debe romperse. En la literatura mexicana, la vaca también aparece en distintos cuentos, pero el caballo, otra figura que simboliza un determinado estatus económico y la potencia del transporte, ha llenado los lugares donde la vaca no aparece. Incluso da la sensación de que la literatura mexicana no puede ni podrá en muchos años apartarse de este elemento animal por culpa de las, perdonen la isotemática, vacas sagradas. Sí, esto es falso, pero a quién le importa. Si estuviera aquí para decir hechos hablaría de cuentos como las vacas de quiviquinta y de los que también presentan este elemento, pero siendo sinceros, al que le importe lo va a investigar. Aclarado esto, el elemento animal que nombro es denominado como tal por el hecho de lo que representaría en la actualidad una vaca en plena ciudad. Pero una verdadera, no como esas estatuas que pintarrajearon los artistas y que en varios casos moldearon para imitar a otras estatuas de la ciudad. En este caso, incluso habría señoras con monedero de piel que le tendrían miedo a esta representación de lo que no podemos separar de nuestra sociedad, un valor primitivo, un canon del que no nos podemos librar ni siquiera usándolo en catapultas, pues, niéguelo el que no, los escritores de esta sociedad siguen teniendo una conexión íntima con el rancho

7 de enero de 2008

de discriminación

En serio, no es que no entienda los chistes o que denomine al chistero como un pendejo a través de mi mirada, ni que haya perdido el sentido del humor por culpa del niño de la cama de piedra... ¡Ay, corazón por qué no me amas!. Pero reir es considerado por mi ente como una ofensa.

Sí, gustamos de hacer chistes de gallegos, de yucatecos, de inditos, de costeños, de taxistas, de vecinos, de electricistas, de personas que no saben inglés, de personas que no saben contar bien un chiste, de gente cursi, de gente pseudointelectual, de los de otra religión, de los de otra nacionalidad, de los que toman cerveza, de los que tienen auto, e incluso de nosotros mismos; pero la pregunta que hoy les mando a los demás es ¿por qué la risa conlleva siempre una discriminación?
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey!
must be a devil between us, hey! (adivine cómo se llama la canción de Diplo)
Es cierto completamente que todo cuanto hacemos en nuestra vida siempre es una discriminación, ni siquiera buscar la sandalia perdida abajo de la cama se salva de esta diferencia; por esto mismo es que nadie nota que una persona con seriedad en la cara no sonríe por respeto a los otros. sólo aquél que no ríe es el que respeta las diferencias de otros.
Y sí, esto señala la excepción de que quien no ríe sigue marcando una diferencia donde discrimina a los que sí lo hacen, pero ése ya no es mi problema

6 de enero de 2008

Libros que no se han de escribir

Señores, nointento como los antiguos hacer un prólogo en el que resuma una novela, pero a continuación les doy la lista oculta de algo que nunca voy a escribir, solo en caso de que alguno de ustedes sí quiera, dichas ideas se volverán concretas. Sí, señores, ya sé que ustedes no quieren escribir novelas o si es que quieren escribirla lo harán solo por el capricho de la experimentación y dejarán la trama en un segundo plano: Una investigadora de robotecnología desarrolla, en un mundo donde el sexo mata a los participantes en tres días, una línea de androides que satisfacen a unos y otros sin riesgo de muerte. Corresponde a ella hacer la primera prueba de su invento y éste falla. Una rata en Paris descubre las bondades de la combinación de sabores gracias a un sentido del olfato... ish... Un señor se enamora durante su retiro espiritual de una vaca que lo acompaña siempre y cuando ésta está por morir la lleva al amazonas a que le encojan su cabeza. Posteriormente la cabeza, por las propiedades minerales que obtuvo, le ayuda a predecir instantes del futuro y se convierte en el señor que dicta las modas vestuarias en Paris, acción que le da éxito hasta que el idiota se enamora de una cabra. Una sirena se enamora de un marinero que le orina encima todas las noches hasta que en una de esas no aparece y desde entonces su sonido se vuelve triste Batman pelea contra El joker, quien es ayudado por Bob esponja y tienen un ejército de 101 dálmatas. La historia de una bolsa de plástico que de ser primero usada para cargar un juguete pasa por distintas etapas hasta terminar siendo el arma suicida de un mendigo enamorado de una modelo. Un caricaturista se vuelve caricatura y... chale, ya hicieron esto. Un judío busca juntar dinero en Las vegas para hacerse una anticircunsición. Un señor se alimenta de papas toda su vida hasta que descubre la carne de sus manos. "Mamá, papá, tengo mi blog" Ad nausea. Señores, ustedes que deben vivir de las tramas a su alrededor y de chistes que se pueden contar una y otra vez, sepan que sin historias pueden sacar algo de provecho, como una historia propia

Una cáscara de coco



Lo que resulta castrante es el saber de aquéllas personas que, por su sensible sentido de la premeditación y mariconería ante las revisiones de posibilidades, profetizan una idiotez tras otra con muy pocas probabilidades de que sucedan. Y algo más castrante es querer imitar la rebuscona sensatez de otros escritores para mencionar algo que en la dizque voz propia que estoy trabajando pudo quedar mejor dicho: Me cagan los miedosos.
Una cáscara de coco puede servir como tronco de adorno dentro de un acuario, más si uno va a la fábrica de artesanías cocoteras en Tecoman y pide uno en forma de changuito sin pintura o contaminante alguno. Le ponemos un poco de musgo y plantitas para que se vea con vida vegetal el changuito y con eso lo podemos vender en cerca de setecientos pesos a algún adorador de los objetos inútiles en una pecera. Pero para una persona como esas que me cagan, el miedo de una cáscara de coco se traduce en viles pendejadas, como que si la dejan en medio de la calle puede matar a alguien o ponchar una llanta, que no se debe levantar porque a lo mejor hay un cangrejo, o un alacrán abajo de él, que las astillas del coco pueden entrar en el ojo y se queda uno ciego, o la más ridícula: si la levantas te vas a llenar de leche o agua de coco.
Y en este mundo vivimos rodeados de ridiculeces, pues hace cerca de doce años me eché encima el contenido de un coco cuando lo levanté, y pese a que era más bien algo que oscilaba entre un coco loco y vinagre de coco, esta persona alimentó su sentido de prevención y el ánimo de decir lo que va a acontecer como una forma, para ella, de convivencia social.
Y es ahí que en este mundo tenemos a los que nos cuentan lo que va a pasar en la películ, que si el malo le ofrece a la buenota una lana para dormir con ella en el granero, que si el bueno toma la lana mientras la buenota se lo gana, y que si luego va a matar al soldado, y que si luego van a una obra de teatro donde no hay música, que si luego de ahí el violín se destruye, que luego le va a llegar una pelota de tenis, etcétera.
Y todo es por culpa de la experiencia, pues; ésta es la que nos obliga a predecir cosas para dañar a otros. Si no hubieran visto antes la película o supieran todas las probabilidades ante una escena determinada, cada uno tendría su propia forma de sorpenderse al chorrearse con leche de coco o ser picados por un alacrán.
Por cierto, si buscan un remedio contra el piquete de alacrán, hay varios métodos de rancho, pero por si las dudas llévelo al médico también:
Se mantiene la calma del paciente para que el veneno no huya por todo el cuerpo, se navajea una cruz en el punto del piquete, pero no católica, sino una equis, para que se pueda chupar la sangre que salga junto con algunos rastros del veneno. Después se aplica ajo machacado en la herida y se le da al paciente agua tibia.
Para cuando esto suceda y si usted tiene ya años en un terreno abundio en alacranes, usted ya tendrá en alcohol remojando por mucho tiempo unos cuantos alacranes y el alcohol ya estará amarillento o verde según el grado de reposo y veneno que tenga. frote con este líquido el punto de la picadura, dicen que con esto ya está, pero sabrán los ancestros.
Se hierve agua, en un calcetín se pone un cerote y éste se pone en el agua hirviendo a manera de talega, se toma el agua, obviamente ya medio tibia a no ser que además de envenenado se quiera quemar la boca, y se chupa el calcetín como algunos acostumbran hacer con las bolsas de té. En la teoría, el que toma esto suda el veneno, o las bacterias debilitadas del cerote ayudan a la producción de anticuerpos, sepa la marrana.
Y finalmente, aunque este no es un remedio, hay ocasiones en que el que se muere es el alacrán. Dicen que porque la persona tiene anto, otros que porque ya no es virgen, otros que porque tiene genes de cucaracha, otros que porque comen mucho chile y té de árnica, otros que porque son unos cabrones que merecen morir, supongo que eso depende de las creencias del pueblo.

Y si buscan otro tipo de remedios naturales, mejor pregunte a alguien que no se sienta herbodependiente.

5 de enero de 2008

De mercados

¿Querían calidad? se chingan. Lamentablemente, los mercados siempre tienen su lugar apestoso, ya sea donde venden pavos y reses, como en Yucatán, o donde venden pescados y papayas, como en los mercados de por aquí. La cosa es que, como un ser extranjero a la sensación del comprar-vender, siempre termino como el de aquél chiste infantil que se trancea al taxista. No está en mí el regatear ante precios medianamente establecidos y ampliamente fraudulentos, no soy como mis parientes alumnos de la bartola que por diez pesos compran mandarinas, aguacates, tortillas, jitomate, frijoles, cebolla, perejil y, además, les sobra como para comprar un juguete de tres pesos para sus hijos o su sobrino. Entonces, señores, y digo señores puesto que, siendo honesto, sólo una señora es la que pasa sus oclayos (del latín occulum) por estos barrios, han de tener consideración de este pobre personaje que en lugar de regatear pesos en una tienda regatea sílabas en un poema, lo que me coloca en el puesto privilegiado del pariente idiota que no debemos molestar para mandarlo a la tienda. No obstante, como soy de los pocos que "no están haciendo nada y tampoco están viendo la televisión", entre los primos y parientes hacedores de mandados soy el único disponible para ir por lo que les falta para hacer tamales, es decir, todo el mandado, pues la tina para batir y la olla ya las fui a comprar el año pasado. Lo curioso es que nomás me dieron cuarenta pesos para comprar infinidad de artículos, como hojas, masa, carne, tomate, chiles, royal, especias, y si me quedaba que fuera a la tlapalería por un metro de soga para la hamaca. Así que ahí estoy yo en las tiendas de miniprestigio para hacer rendir el dinero. Pero a lo que iba es que en ese entorno se entienden las distintas expresiones de siempre: te peinaste como cargador, que quiere decir algo parecido a "te estalló el boiler", que implica tener en el cabello marcada o la almohada o la canasta, según sea el caso, entre dormido y cargador. Hablas como niña de la fruta, que implica el uso de un tono agudo y rápido, tan rápido como para forzar a los oyentes a preguntar "¿Qué es lo que vendes?" Traes calcetines de cuentachiles, que implica traerlos con distinto defecto, ya sea en color piel o au naturel, mientras el otro es café claro, o con roturas, uno de bob esponja y otro con rombos, o de abuelitos, o ya de plano que en esos calcetines traigan el dinero. Cara de platanero, que es lo mismo que la cara de jarioso, pero con los extras de estar gordo y bigotudo. Manos de cortaguazanas, que es algo así como el traer manos de pelatomates o de basurero, es decir que les hace falta una lavadita. traer los ojos como delantal de pozolera, con una bolsa para las monedas, otra para los billetes, otra con una libreta otra con una servileta para los mocos, otra con chiles, otra con la medicina del sobrino a quien nunca ve; que se ve como toda arracimada por tantas bolsas, pues. En fin, que no me molesta que se agarren a peleas verbórreas como vendedores de "chile agarren el montón a cinco" o de "apachurre los plátanos con confianza, que están maduritos", sólo que no me hago responsable de los pleitos emocionles que resulten de eso.