23 de abril de 2008

El intelectualoide como forma de vida

¿Han ustedes preguntádose acerca de esa forma de vida que hunde al resto aunque carece de dominio completo sobre el tema? Un intelectualoide, si siguiera una discusión que sostienen mis únicos dos lectores que han salido del [guater] clóset y forman parte del treinta por ciento de mis visitas, o quizá más, es un ser que ataca a los hemos por tener el mismo inconsciente que éstos, latente o hibernante, como prefieran imaginarlos. Y PUNTO. Trátenlos como les plazca, dénles por su lado o simplemente llámenlos Hemos aunque ni en peinado se asemejen. No puedo ser más o menos neutral como lo he sido en mi historiografía de los Hemos y Habemos [los que se juntan con ellos], Habremos [los que los consideran una moda y quieren dener uno] y otros. La razón es que soy un intelectualoide. Sigo diciendo que el término intelectual carece de un fundamento serio, como el intelecto también. Si un humano no tuviera comprensión no sería humano [o saldría en la tele]. Como sea, intelectualoide es un término que sólo usaría un intelectualoide o un intelectualoide wannabe, es decir, un ser aun peor. Nunca he visto que un ser del pueblo utilice el sufijo -oide con ánimos de presumir. Es decir, nadie presume que tiene una hemorroide y es muy difícil sonar como intelectualoide con dicha palabra [nota: existe la excepción del pueblerino que tuvo una formación almorranosa en forma de la virgencita]. No hay muchos oides en el habla vulgar, así que ellos no han creado a los intelectualoides.

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