16 de febrero de 2010

animaciones

Hay una intención que nació con la dicloxacilina, pero a manera de homenaje es difícil continuarla, por lo menos sé que es imposible, para mí, que se vea realista o medianamente realista. es un wip que no seguirá: toma mucho tiempo al mortal.
En todos los seres humanos, o mejor dicho en toda entidad que sabe que existe, está ese querer que nos hace buscar la vida en objetos muertos. He visto, ya cansado, a tantas mentes perdidas en la animación, que ya ni vele la pena mencionarlas. ¿Hasta dónde se extiende esta historia de galateros y reyes?
Queda en otros juzgarlo. Por mi parte, Pigmalión es el que se enamora de su creación porque para él es perfecta. Es el niño egoista que ama su cobija y su camita porque, simplemente, es suya. Es la niña que prepara su boda con espadas y unicornios, es el médico que sonríe al cambiar la vida de las personas. La novia que va logrando que el hombre se desnude ante su tronar de dedos y después se vista de manera muy diferente. Es el instante en que todo se siente bajo control y se determina completamente por nosotros. El amor y la vida perfectos en un lugar donde sólo queda el deseo de que tantos esfuerzos nazcan en una realidad. En mi caso, esta semana fue de hacer un modelo 3d de un maestrote, pero sé que, aunque lo hiciera real, no podría hacer mucho con éste, a no ser que se unan más personas. En fin, luego habrá unsa salida