si te acercas nada es útil para esta inútil bruta, ciega, sordomuda, torpe, traste, testaruda, es todo lo que he sido por ti me he convertido en una cosa que no hace otra cosa más que amartePero lo castrante es que cada poeta y artista va sacando a su propia musa, pues ha olvidado a las de siempre y comienza a creer que otras tienen la misma capacidad lujuriosa de Erato. Y vivimos entre musas según estos intelectuales y no ven que sólo son mujeres. Puede decirse que son Mujeres con M de Mamasotas o de Minirrica o de lo que sea, incluso de Manuelamerecedora. pero nadie ha de reparar en que sólo son mujeres.
10 de diciembre de 2007
¿En qué musa vamos?
Sí, la musa de la ausencia merece también su pedestal, pues ella sabe inspirara los que buscan cómo actuar como ausentes. Y alguien aquí, quizá seguidor de Neruda, ha de decir que hay una musa más del silencio.
La cosa es que,m en este entorno, el lugar común preferido por muchos es el de llamar musas a todo lo que puede inspirar algo en un rtista. Tenemos así, a Farina, musa del pan y las galletas, a Eurgía, la del desmembramiento, a Fotocopé, musa del plagio, yo qué sé cuántas es que vayan. La cuestión es que hay algunos que ya registraron su musa y ésta ha recibido un número. Como la décima, de Herbert Read.
La musa de los ensayos. Mejor dicho, de los argumentos que nos convencen de una mentira. La expresión de una idea. Y ya no digo más porque no se sale de aquí nada de lo que Read ha dicho con seguridad en sus opiniones sobre el arte europeo. La de la crítica:
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"¿En qué musa vamos?"... supongo en la que has perdido. Últimamente no sólo se pierde la línea de tus textos, además la ortografía deja mucho que desear. Tal vez la musa se encuentra tan cómoda por tus halagos que ha perdido el don de inspirarte... o la labor se ha vuelto decadente y sin más a preferido olvidarte (así como aquéllos han olvidado a las musas recurrentes). De ahí que, por qué no respondes: ¿quién es tu musa?... o, en su defecto: ¿dónde se encuentra?... para así saber "¿En qué musa vamos?"
ResponderBorrar¿y por qué una musa tendría el don de inspirate? las musas no son de nadie, al menos de ningún escritor, tú no puedes tener una musa es absurdo que te pregunten ¿quién es tu musa?, además no se que se espera de tu BLOG al parecer en letras incluyendote a ti todos se creen escritores o criticos, espero que pronto se den cuenta en que error estan INTELECTUALOIDES.
ResponderBorrarSería más fácil decir que tu entrada es un asco, aunque creo que hay otras peores esta sí e gustó poquito.
Guau, con éste comentario tu artículo acaba de llegar a la barrera sicológica de los tres amargados. Cuatro si contamos al autor. Todo un récord, no cabe duda... y Duda se tuvo que quedar afuera...
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