THE CHRONICLE OF THE DRUM AT Paris, hard by the Maine barriers, Whoever will choose to repair, Midst a dozen of wooden-legged warriors May haply fall in with old Pierre. On the sunshiny bench of a tavern He sits and he prates of old wars, And moistens his pipe of tobacco With a drink that is named after Mars. The beer makes his tongue run the quicker, And as long as his tap never fails, Thus over his favourite liquor Old Peter will tell his old tales. Says he, "In my life's ninety summers Strange changes and chances I've seen,-- So here's to all gentlemen drummers That ever have thumped on a skin. | LA CRÓNICA DEL TAMBOR (versión Rompopompón) EN París, barricada por el Maine Quien le eche un ojo, Entre doce guerreros cojuelos Encontrará a sí mismo ante el viejo Pedro. En la banca para iguanas de una taberna Se sienta y habla de pasadas guerras, y moja su dona en la leche con una cucharita que dice "Martes". La leche le mueve la lengüita más rápido Y mientras su dona no le falle Y siempre tenga su lechita Viejo Pedro dirá sus historias. Dice: "En la mía vida a las noventa primaveras Visto he cambios y chanzas, Así que alzo mi copa a los caballeros de la tambora Que alguna vez le pegaron duro al cuero |
6 de junio de 2009
LA CRÓNICA DEL TAMBOR (versión Rompopompón)
He aquí una razón por la que no me gusta leer en otros idiomas: si en la lengua española quiero cambiarle cosas, cuando más si me piden transferirlo: Disfruten, que a un borracho lo haremos adicto a los lácteos:
de Thackeray
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Wait, what?
ResponderBorrar(palabreja antiespán: bugnot)
Eso del martes es demasiado estupido, no crees?
ResponderBorrar¡Estúpida tu mamá! ¿se llama martes?, y más estúpido un aquel que no pone acentos pintado de güero.
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