11 de agosto de 2006

La mala confesión.

Estuve leyendo desde hace rato varios libros, tomaba uno, leía algunas páginas, tomaba otro, y me di cuenta de que si mi blog no da éxito puedo copiar algunos episodios de otros libros que me parecen más o menos buenos. En esas andaba, cuando entre los libros empolvados encontré una servilleta, decía, con mi letra: 01/07/01. Atrás de mí, queriendo tocar sus labios, tan cansados ya de decir tímidamente "Gracias". Realmente no sé, ni por qué guarde esa servilleta, ni lo que significa, ya no lo sé, busqué en el rincón de la memoria y sólo me vienen a la mente tres personas a quien me pueda referir, pero en la servilleta se ve una inquietud por besarla, inquietud de niño, pero no logro saber más. De la prepa me llegan recuerdos vagos, de una Marcia matándome un zancudo en la mejilla, de una servilleta que alguna vez me separaba de una mejilla, de la que veía a todos los hombres como iguales, de aquél día en que mis palabras fueron obedecidas, de mandiles tibios, de los labios que me enseñaron a beber vino, y de la Clara pueblerina que me escuchaba quejarme de la escuela en la sombra de aquellos naranjos. Pero, ¿Por qué escribiría en ese trozo de servilleta y tan furtivamente como para haberlo dejado oculto en el diario de Ana Frank? Quisiera recordarlo... Quisiera recordarlo, pues sé que moriré. Es increíble que pueda recordar tantas imágenes y sensaciones pero no saber por qué escribí algo en ese entonces... primero de julio, "Gracias" que yo consideraba tímidos. labios, ¿cómo serían? ¿Quién?

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