Manus facere infra ovorum (Manifiesto Infrahuevón)

I. La mano se regodea bajo los huevos. Así como uno de esos con cerebro seco se abstuvo de ir a un lugar en donde una mala lengua le había despreciado los valores y las monturas, así es como deben cambiarse las ideas erróneas sobre el llamado Manifiesto Infrahuevón y se ha de sellar la entrada a nuevas ideas e integrados. El verdadero manifiesto no es ese aborto de ocho o nueve o quizá más capítulos que guardan semejanza con esos mandamientos que algunos siguen. No es un paso a la felicidad o al estado involuntario del "preferiría no", ni una minileyenda grabada en palitos de paleta. Mucho menos es un hablar de los creadores y el objetivo hacia el Pueblo de Guadalaxara, mismo que hace bien en ignorar nuestra existencia. Somos, por si no lo han notado, como esos que pasean por las calles con una bandera de la A o esta misma marca en una playera. Sólo eso: niños que gritan que ya no hay papel, con la misma posición estética de una monja tan bonita que se embarazó, que alguna vez soñaron con mejorar el mundo con bicicletas y vacas y que luchamos por negar que somos unos viles intelectualoides. Quien niegue éste, no sabe de qué habla; tampoco necesitamos de todo aquel que lo apoye y aplauda, pues sólo nos haría perder el tiempo.