6 de mayo de 2008

Qui fert malis auxilium, post tempus dolet, o la poética de la muerte educada

Lo admito: aunque no soy un ser sapiente del latín, mi idiotez me ayuda de vez en cuando. La poética de la esperanza inútil se llamaría así sólo cuando se demuestra en un hacer poético que hay una situación donde se interpretaría una esperanza inútil a partir de las reacciones de un personaje o una trama o un narrador. Pero como me he vuelto flojo para descifrar o leer algún cuento que me hable de esto, lo he de mencionar con una frase que muchos seres vivos Jaliscienses recuerdan haber escuchado acerca de las personas malas: se van a morir con una rata en la boca. Desconozco hechos que demuestren tal cosa como algo verídico e irrefutable, pero la imagen de una rata en la boca es mera poesía jalisciense.
¡Ay! Lucrecia, no te rajes pues yo te ofrezco... - Una rosa - Dos geranios - Seis claveles - Una selva - Una diadema de perlas - Una sortija de plata - Una pulsera de oro - Un brazalete de uranio
Otro día hablaré de la poesía jalisciense, pues desconozco tanto de ellos que sólo me quedaría hablar de mí mismo, y muy mal si es que no sobra decirlo. La rata en la boca es nuestro ideal de venganza aunque no sabemos cómo significamos ni a la boca o a la rata, pero es la peor muerte que se le puede describir a un niño en Jalisco. La poética de la esperanza inútil se interpreta en la cultura como una poética de la muerte educada y es la de maldecir y predecir un futuro nada tranquilo y malamente venturoso a otra persona, involucra maldad a la manera de la madre del Fair and Foul, la cual hasta se agría la leche, pero la maldad de los jaliscienses no mata reyes y pone en el trono a hijos, sino que sólo se encorajina y hace berrinchitos para después ver la tele o simplemente mandar un mail con el asunto chinga tu madre; Y hasta ahí, que en la muerte lo pague el tipo. La llamo esperanza inútil porque la gente desea que otro se muera con una rata en la boca, pues la impotencia no les permite matarlos y mucho menos tomar una rata para sofocar al maldito. La otra esperanza inútil es la de los bloggeros, que intentan ponr una buena entrada y terminan hablando muy tapáticamente de que quieren que emilio y otros se mueran con una rata en la boca.

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