20 de noviembre de 2006

Ante la rutina

Damos un momento de silencio por las delegaciones ausentes... Y ahora, después de bostezar a ocultas, debo volver a bostezar en clase, cual si hubiera sido un sueño o una pesadilla que terminó conmigo acomodando el desastre de mi cama a las cuatro de la mañana, o con mi ausencia en la despedida de varias personas a las que espero ver después. Ante la rutina, veo venir los trabajos finales que me harán mermar el promedio, pero todo está bien. La siguiente entrada ya volverá a ser elevada, queridos lectores. Esta es una de las razones por las que insisto en no querer hablar de uno mismo: después de un rato los blogs se vuelven aburridos por la simple razón de que en tu vida no sucede nada mejor que lo que acontece en una telenovela. Es decir, no entiendo quién quisiera leer que estuve leyendo mi trabajo en la misma mesa que escritores jaliscienses de renombre, siempre he destestado ser presumido, ensalzar lo que hago. Todo termina siendo aburrido para el lector cuando éste no es amigo del escritor. entonces, prometo que en la siguiente ocasión abordaré algo más general.

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