18 de agosto de 2007

Del miedo con el que no nacimos

Grito en la sopa. hecho por mí aunque no lo considero, laboriosamente hablando, como un trabajo verdadero. Técnica: Photoshop sobre foto de fideos sacada de Wikipedia: GNU-FDL.

¿Pero dónde fue? ¿en Los soñadores? En caso contrario, Recuerden esa escena en que un personaje quema la comida en el horno y lastimablemente echa a perder dos de los platillos más de moda en este verano: Ratatouille y Cheese fondue. Li que queda, obviamente, es imaginar que se está en una tierra exótica y estamos por paladear por primera vez el plato nacional. En fin, como no hallo la referencia aunque probablemente sea de esa película porque es la única que he visto recientemente y me ha medio gustado por la innaturaleza de las escenas y unos cuantos ángulos fotográficos que sigo cuestionando de vez en cuando. Pero como es tradición hacer una cita, meto a don Sánchez Villegas de Galería Prosaica Presenta:
(¿tengo que comerlo todo mamá?)
Imaginen la sorpresa de que se cumpla una maldición condicionante como las que suelen hacer en estos días los que saben de culturas medio antiguas, fetichistas, djamberas, darketas, punks, postpunks y de cualquier otro grupo elitista y que ya tenga su propio sustantivo denominador. Hay que temerle, por ejemplo, a la frase: Si sigues diciendo malas palabras te vas a morir con una rata en la boca o, la causante de este entrada: si le sigues pegando a tu hermana se te va a secar la mano y se te va a quedar como la de ese señor (dicho esto, me señaló a mí...)
Desconozco el futuro de esa criatura del señor al que se le reveló un mundo en el que existen los seres castigados por pegarles a sus hermanas, cargando una mano más chica que otra. Esperemos que ese niño no tenga una concepción del mundo en el que existen los hombres con pelos en la mano.
Viendo esto, desconozco cuántos de los miedos que tengo fueron causados por fuerzas externas a mi causa, así como también tengo miedo a muchas cosas que todavía no he concebido.
Siendo breves, en mi mundo ya no hay hombres con mano seca o con pelos en la mano, pero sí hay lectores jorobados y todos los peatones que siento en mi ruta diaria son asaltantes potenciales. Los medicamentos caducados, especialmente las vitaminas, hacen daño en extremo y un libro de la biblioteca puede causar un problema a la familia si lo dejamos en la sala y éste tiene un ataque de chinches. La mayoría de los miedos son tales unicamente si se tiene algo por perder, la vida en el caso de un asalto, el dinero en el caso de una apuesta, el amor en caso de dejarla plantada, y el conocimiento en el caso de un desvelo. Así que ahora me voy a dormir. Claro está, después de que encuentre por internet la dosis de los XL-3, pues tiré la caja y no viene atrás de la tableta.

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