22 de agosto de 2007

Sociocítrica estornudita. el inicio

Esta es la cuestión: hoy en día, en lo que se puede llamar un análisis sociocítrico de los distintos discursos, me doy cuenta de que un estornudo me puede revelar más que el análisis sociocrítico que yo ejerzo.
Alguien quiso adulterar el ajenjo.
Manuel Romero (2007)
Técnica: Photoshop sobre fotografía antigua.

La razón es simple: no sé sociocrítica aun cuando ya estuve en dos talleres introductorios, por lo que sólo me queda hacer un acercamiento a partir de lo que creo haber entendido acerca del proceso.
Digamos, entonces, que la tierra está llena de discursos y los podemos localizar cuando algo a nuestro alrededor se puede interpretar por haber sido algo realizado por humanos. Todo lo que un humano manifiesta en el plano comunicativo se vuelve una representación de la sociedad a la que pertenece.
De tu casa a la mía,
Cielito lindo, no hay más que un paso,
Ahora que estamos solos,
Cielito lindo, dame un abrazo.
Pero donde siempre hay problemas es acerca de cómo debe tomarse la palabra sociedad, puesto que ya desde que la estudiamos puede que exista el problema de que la veamos como algo ajeno o como algo que forma parte de nosotros.
Cualquiera que sea nuestra decisión, debemos estar preparados para buscar la simpleza en cada palabra o cada elemento al buscar una interpretación, pues es obvio que una mujer vestida de adelita o con algún traje charro tendrá distinto valor si está siendo usada para anunciar una cerveza o si está para vender maquillaje. En cualquiera de los dos casos, y saltando el orden de los procesos tal como lo hicieron mis maestros, ahora me surge la duda acerca de por qué la vestimenta tradicional y festival de las mujeres ha cambiado tanto, desde una falda que seduce en el baile del jarabe tapatío hasta unos pantalones a veces rotos y tan untados que ahora se azogan con bailes reguetoneros.
there's only one place
from my home to yours, Cielito lindo
so now while no one watching,
Cielito lindo, grant me a hug
Pero de ahí en más, me queda advertiros que yo no he leido nada de sociocrítica y esto, lo reconozco, me acerca al nivel de intérprete mal pagado de mensajes subliminales. Sólo esperemos que no piense en que los grillos que me despiertan por la noche están conspirando para que me tachen de paranoico antes de que termine mi novela o mi manifiesto del movimiento estornudita, del que me gusta hablar pero nunca leer o mostrar a los demás por temor a tener seguidores.
ei, ei, ei, ei,
Sing mal und schrei nicht,
Cielito lindo, weil als sie singen
die Herzen freudig werden

3 comentarios:

  1. A la fecha no conozco a nadie de los que han rolado por cursos o talleres de sociocrítica que haya leído, en conciencia plena, ningún tratado de esa teoría, se rumora que Cross tiene una publicaciones pero...uummmhh, se rumora. Se nos ha orillado a ser en primera instancia "intérpretes mal pagados de mensajes subliminales". Porque al parecer la sociocrítica es TAN compleja y TAN elevada que estamos los mortales lejos, muy lejos de los mentados ideosemas e ideologemas, o como se llamen los inalcanzables términos.

    ResponderBorrar
  2. Pues yo creo que Mauricio y Cecilia son los únicos que adoptan esa postura de elevados. Eduardo Arámbula es más accesible para brindar asesorías y no se pone en un peldaño inalcanzable. En fin, la sociocrítica como herramienta no es fácil, pero tampoco es tan difícil como nos lo han hecho saber algunos. Un saludo, Dios.

    ResponderBorrar
  3. Pues a mí la postura que más me gusta es la del burro de jaripeo...

    ResponderBorrar