5 de abril de 2010

Vacaciones: Las fiestas (1)

Cuando uno quiere, hace una fiesta, sin importar lo que se deba gastar en ésta o en la que sigue, pero es cierto que ahora en México se deben hacer fiestas económicas o ya de plano hacerla de traje, como hemos hecho en algunas ocasiones con el lema de "yo pongo la casa y las piñas coladas" y se antoja que se haga otra cocina intercultural, pues de otra forma no se podría comer algo preparado por extranjeros. Es una ventaja de mi trabajo. Pero en fin.
Resulta que, cuando se hacen planes, el universo trata de romperlos con fiebres estomacales, contención ambiental, incendios vecinales, discusiones mujeriles o dolores de barriguita, sin embargo, como ya se había hecho unm plan de que nos teníamos que entretener con gente a quienes no vemos seguido, que me conecto al Face y busco pretextos desde una noche antes: garantizar que no saldrán con las manos vacías puede ser un gran incentivo.

A este respecto, algunas ideas que no he puesto o pondré en uso son:
  • Regalar poesía visual al estilo Pla Ñol. Yo no lo haría pero hay gente que gusta de regalar este tipo de recuerdos.
  • Saber que alguien va a recoger dinero del piso y, por tanto, poner dinero en el piso. Y averiguar si también se llevaron la que estaba pegada con cola loca.
  • Rifar una botella vacía o el corcho de una que era cara y se bebió entre todos.
  • Garantizar que habrá ocasión de tomar fotos.
  • Regalar DVD's con la primera temporada de Big bang theory o Dr House.
  • Regalar el CD que se estaba oyendo
  • Servilleteros
  • Tenedores
  • Decir que habrá intercambio de software.
Lo que generalmente funciona es avisar con tiempo y confirmar asistencia, aunque también ayuda estar cerca o en un lugar del que se puedan ir en taxi sin que les duela el codo o les salga muy caro. Y en segunda es decir que si necesitan algo, como una copia o similar de software o cosas que tiene, se las puede prestar. Pero depende del nivel de confianza entre ellos.
 Ya hechas las correspondientes invitaciones, en este caso fuera de tiempo, Sólo queda esperar, y preguntarse qué va a haber en la fiesta.

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