Les polycandres billaient dans les bois Un pierre prit feu...Este tipo de música hace una marcada distinción generacional allá por los sesenta y algo, se persignaron y obcecaron muchos de los que oyeron esta canción que hablaba de un demonio llamado drogas y que estaba destruyendo a la sociedad que todavía hoy nos rodea; es decir, otra falsa alarma de rebelión: ellos no pensaban como yo y por tanto son el diablo. Lo que en estos días llama a la persignación es un fenómeno denominado FOS3, es decir, Freedom of Speech, Selection and Sex, gratituidades (no libertades) que han causado el descontrol social y las distinciones entre música popular para los antiFOS3 y música no popular para los foscubistas. El problema es que en esta división de música las dos tienen igualdad de transmisiones a través del radio. Y tienen sus seguidores. y ahí está el reguetón, como la música que ahora se vuelve distracción de masas: mientras unos y otros atacan y defienden la lascividad de mujeres que están, cómo decirlo... in gentil mamota donna sovra de l'onore. Pero como defenderlos diciendo que mejor se pongan a leer un libro no es una defensa sino más bien como lanzarles un palo para que vayan por él, digo lo siguiente hora sí, del rigatoni
12 de enero de 2008
voi che rigetoniate, ascoltate il dolce suono
Habiendo dicho ya lo del ánimo rebelde, ahí están los músicos que no siguen los ritmos canónicos o de esos megalómanos y melómanos que imponen su parte de protesta con canciones llenas de ritmos sosos pero adictivos como "sabes que sería un mentiroso si te dijera:'chamaca, no podríamos ponernos más para más arriba'...aquí es arriba y ya no hay más arriba"
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