El asunto de la comida que se modifica para segurar la calidad del consumidor ha sido un tema de gran controversia, ya que si por un lado es la manera de lograr que la tierra genere la gran frutotta el gran chamorro que a todos se nos antoja comer, es como hacerle un nip-tuck a la comida, no sólo hacerla vestir bien.
El pollo, animal que, a diferencia de la coca-cola, sirve para tapar el caño luego de haberlo ingerido, es un tema de controversia para algunas partes de Bolivia. Dicen que comer hormonas nos causa sensibilidad y nuestro pollo ahora tiene tan susodichas hormonas ¿quién carajos se las puso?
La transgenia ha ayudado siempre al hombre, lo quieran creer o no. Aunque no se sabía ni carambolas de la genética, hay textos dogmáticos que nos dicen de una u otra manera que debemos asegurar la perfección de la especie tanto por el cambio de conductas como por los ritos de planificación familiar. Luego de la genética, las flores de temporada nacen no solo en abriles y no solo del fango, los virus son necesarios para el control de la población cuando se habla de precios y actos coincidentales y el cambio de alimentación de algunos animales da mejores frutos a algunas personas, como los que cazan sapos en Australia y los venden como nosotros vendemos cartón, o como los que se entretienen en hacer comer a una vaca sólo manzanas y algunas vitaminas. La misma forma de operar entre grupos continúa hablando de la superación mediante las características óptimas y tal es el caso: las mujeres son quienes buscan la perfección en ellas mismas.
Si pudieran volver a nacer, con la garantía de mejorar sus desempeños genéticos, lo harían, y en la historia e habla de que se han sumergido en leche de burra y otras cosas que protegen la piel, así como han cuidado lo que comen para mantener una figura y finalmente se moldean siempre para alcanzar una cosa que llaman: la ella suprema.
Y las que no, se encargan de cambiar su entorno mediante la educación paranóica, en donde todo cuanto hacen será juzgado hasta que todos estén de acuerdo con ellas. ¿Recurrirían voluntariamente a las hormonas para cambiar algo más que su propio cuerpo?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario