6 de junio de 2007

y arrancamos

Como mal trabajito de sociocrítica, no quisiera decir que todo estaba oscuro o ligeramente oscuro cuando comenzó el viaje. lo más divertido era ver hacia adelante, no porque esto me dé algún tipo de poder en oposición a ir mirando hacia atrás, pero
si anduviera mirando hacia atrás por tanto rato seguramente me dolería el cuello. En fin, todavía no amanecía cuando ibamos llegando a la caseta de cobro. Mi celular sonó anunciando que ya eran las siete. Tardé un poco en sacar el celular de la camisa (traía una camisa)y lo apagué. Como andaba casi con juguete nuevo y casi no había tomado fotografías, lo dejé en mi mano, esperando que naciera el sol o que estuviera por salir, ya no importa mucho la cosa, pero nótese que yo quería tomar fotos.
No recuerdo claramente si nos pusimos a rezar o a escuchar el disco de la novia, pues de todas maneras los dos son murmullos que tranquilizan y acercan al hombre a la sensibilidad primordial. A mí me es indiferente, sólo quería tomar fotografías al sol.
Pero había algo mal en ese sol, salió como si en la Tierra Media se hubiera derramado sangre, pero yo no soy un elfo y no podía asegurar aquello, probablemente sea lo que llaman esmog o fue un día alegre para el sol y se quiso vestir de colorado. No importaba, ya se vislumbraban mejor algunos árboles y la tierra amarillenta del este de Jalisco y habíamos pasado ya un puente cuyo nombre no recuerdo.
El camino fue realmente aburrido, hasta donde recuerdo...

2 comentarios:

  1. Siempre es chévere un amanecer desde la carretera... y más cuando los contaminantes le dan un toque post-impresionista.

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