Me suena la palabra, pero qué palabras no le han de sonar a alguien que tiene la filología y la literatura como un placer. Un saludo a quien conozco más por referencias, vistas y díceres que por experiencia propia. Ignorante yo y, para no decir algo así como que no voy a contestar los distintos comentarios por estar de vacaciones, primeramente digo: no sé, pero lo voy a investigar antes de inferir que es un ataque o un halago. Es decir, si eso es lo que hago, es bueno saber que tiene un nombre tan ajeno. En fin...
Gracias muchas por los comentarios, es bueno saber que no estoy escribiendo en vano.
Por cierto, escuché una de esas cosas de apodos en estos días, como esos de: comal, porque sólo sirve para calentar gordas; camarón, porque le quitas la cabeza y todo lo demás está bien bueno; el de vista pornográfica, porque se quita los lentes y ve puro pito; o el jocoque, que nomás fue hecho para no tirar la leche. Sé que seguramente haya otros lugares en donde encuentren estas cosas, pero lo que me importa es dar a conocer la chilangada que llegó a mis oídos:
A ella le dicen la guajolota porque tiene un tamal en medio.
No sé si el tamal represente algo atravesable como en otras formas del discurso, es decir, que todas las mujeres son unas guajolotas o se refiere a que esa mujer es realmente un hombre. Con esto sólo puedo concluir que el mundo marlboro-BrokebackMountain se queda corto en comparación al mundo de los albures.
En fin, para mis jaliscófonos, les informo que guajolota es el nombre que se le da a la torta de tamal, alimento que no se vende en nuestras calles porque acá no se acostumbra la telera sino el bolillo y el sabor de una buena telera sí vuelve realmente antojable la torta de tamal. Por cierto, si alguien sabe cómo se escribe el nombre del bolillo "[fléi mán] (¿Y los amos del universo?)". Hágamelo saber.
Ahora, aprovecho esto del determinismo, que no sé qué es todavía, para reflexionar sobre la forma en que he escrito desde aquellas memorias zacatecanas que están por complementarse con la película hasta estos días. siento que han cambiado las cosas, no tanto en lo que respecta a madurez teórica, pues sigo siendo un niño que juega con vaquitas y canciones sacadas del shuffle del winamp. Y cambios formales? es posible, pero tal como lo he dicho, no estoy en este mundo para hacer maquetitas y casas y goteras en el topos uranos, sino para ayudarle a otros a que lo hagan. Digo, así se funda más rápido una institución de mexicanos que cuentan cómo ya merito tocaron un ángel o se echaron por la deriva a ver qué los detenía de la misma forma en que alguien nos habla de la guerra civil o su participación en la cristiada o de cómo una vez atraparon un pez grande. siento venir un pedazo de canción de Cat Stevens:
Its not time to make a change,
Just relax, take it easy.
Youre still young, thats your fault,
Theres so much you have to know.
En fin, en estas vacaciones leo por placer y por una obligación conmigo mismo, pero es algo que se vuelve difícil con los partidos de fútbol y mis pausas para escribir. ya le tocará a otros juzgar el resultado de un proceso que nunca se ve.
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