22 de mayo de 2009

Física Moderna: la tortura perfecta

En estos día estuve viendo una palabra que se llama resistividad, la cual pueden usar tanto para un carrito a control remoto con velocidades como para encontrar petróleo a partir de radiaciones y receptores de papel corrugado. La cosa que me llama la atención es que, mientras menos de esa cosa tiene una sustancia, mayor es la fuerza con que la electricidad puede hacer estragos. Por eso, los resultados van a ser diferentes si hay un humano en una tina con petróleo, otro en una tina con agua destilada, otro en una tina con agua corriente, otro en una tina con plata líquida, y yo dejo caer sendas planchas del mismo modelo y conectadas a la electricidad, la reacción eléctrica es más fuerte en la plata líquida. No obstante, seguramente el ser humano ya habría muerto por la temperatura que requiere la plata para ser líquida. Entre el agua destilada y la corriente, obviamente es mejor la corriente porque tiene medicina antidengue y un poco de cloro, además de electrolitos y otras cosas que se pierden al sudar; y sin duda es más económico. Pero es interesante observar que la tortura perfecta es la del petróleo, pues el hombrecito estará sintiéndose un poco contaminado por cosas como plomo y cosa y media, además de lubricado en partes donde el agua generalmente no entra por viscosidad y pudor. Después de eso, sugerencia de alguien que a veces me escucha y a veces me da el avión, la plancha caliente puede servir para torturar con golpes y quemaduras al tipo antes de electrocutarlo. Antes de electrocutarlo, hay que tomar en cuenta que la electricidad produce calor y, por tanto, a veces produce chispas y, por tanto, enciende el petróleo y, por tanto, necesitamos protegernos porque dicho material puede flamear más de lo que pensábamos, incluso explotar si se hace en un baño cerrado y pequeño. La tortura perfecta es aquella que mata al individuo con dolor, no la que lo lastima para que diga o confiese algo. Eso es bajo.

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