5 de septiembre de 2006

Otro tratado apolgético de las burradas de este blog

Recuerdo que antes decía, en la época de querer reformar los piropos, algo así como "tanto genotipo y yo sin pluma", lo cual se puede aplicar, ya sin dirigirlo a una mujer, a lo que me sucede cuando quiero comenzar una nueva entrada del blog. Nuevamente, creo que esto de estar metiendo idioteces al blog no es para mí. La razón es que cuando llega a mi mente la idea todo suena bien, pero ya frente a la computadora todo se reduce a la basura que publico. Quizá si meto conceptos más terrenos y no intento elevarme en teorías acerca de pedos de monjas o en teorías como tal podría traer mejor calidad a este blog, y creo que eso haré hoy. Esta ocasión he querido hablarles del blog que antecedió a este, que comenzó como un ejercicio narrativo que tenía en común el relato de lo que aconteció en un viaje a Zacatecas, Zacatecas junto con otros seis compañeros de mi facultad que mandaron ponencia al Cuarto Congreso Nacional de Estudiantes de Literatura. Hubiera seguido ese blog, pero terminó la historia casi al mismo tiempo en que el MSN Spaces cambió de estilo a uno que a nadie le gustó, además de que el servidor se caía a cada rato. Puedo rescatar de ahí varias ideas que he omitido, pero seguir hablando de Zacatecas por el simple motivo de ir para allá suena muy poco original, o igual de valioso que si describiera cuando fui por primera vez a una sexshop, a un bar, a un restaurante, a un show de Polo Polo, a una función de mimos, o a cada lugar que sea ajeno a mi casa. En fin, voy a revisar aquellas casi veinte hojas de relatos en espacios Zacatecanos para ver si puedo agregar algo cursi a este blog.

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