7 de febrero de 2007

Una hora con doce minutos

Sé que ustedes no están locos y que soy el único que se ha enfadado de contar su vida con boletitos de transvale(sorry, T.S. Eliott), pero quise medir el tiempo que hago en llegar a la escuela desde mi casa si rechazo al transporte público. Viendo el tiempo que hice, tengo dos cosas en consideración: la primera, que no debo de estar diciendo estas cosas personales en el blog y, la segunda, que el transporte realmente se hizo para ahorrar tiempo. En cuanto a la segunda observación, debo decir que tengo la fortuna de poder perder tiempo, siempre y cuando aprenda a organizarlo comenzando desde cero. No comparto este secreto porque entonces esto parecería algo asi como la sección mujeres de alguna revista o periódico. en fin, mejor vámonos a los principios de física: ¿cuántos kilómetros hay de mi casa a la escuela? La mejor forma de verificarlo es viendo la guía roji con una regla y hacer la operación, pero es mejor la siguiente manera: la velocidad promedio de una persona es de cinco kilómetros por hora. Dado que me tardé una hora y 12 minutos, diría entonces que son más se cinco kilómetros. Si fuera un juego de esos que al final te dan estadísticas de lo que sucedió, como madera, comida y oro recolectado, diría lo siguiente: número de veces que se cambio de posición la mochila: 5, para evitar que se me formara una marca de sudor en los hombros Perros avistados: 7 Perros que asustaron: 1 Número de trabajadores vistos: 23 Número de familias vistas: 4 número de tienditas: 13 Número de otros negocios: 22 Mujeres llamativas: 0. Evaluando esto, parece ser que las mujeres bonitas no tienden a pasar por esos lares, quizá por la cantidad de obreros presentes o porque toman los camiones. Como sea, esta entrada es una verdadera basura. Perdón por hacerla leer...

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