7 de enero de 2007

Mi reino por una amada con Ñ...

Que se escriba esto en las hojas de la historia infrahuevona como un ejemplo medianamente bien ejercido: He aquí una forma mía de proceder: en lo que respecta a los personajes que ando mencionando alfabéticamente, no escribo de una a no ser que sepa cuál será la próxima. El dilema que tengo ahora, que no es temer cuando me toque hablar de la Z, es la maldita letra Ñ. Si quisiera ser justo, desconozco si exista un nombre con Ñ aparte de Ñaura, nombre producto de esos errores que tienen las secretarias del registro civil y de los que no pienso hablar, por ahora, en mi blog. No es por ponerme exigente, pero siendo éste uno de los idiomas que tiene una letra única en su alfabeto, debería haber nombres con tal letra, pero para eso debemos formar un sentido bueno en torno a esta letra. Ya vimos las clases de filología, así que saben ustedes eso de que en el romanceamiento una nn seguida de una i y ésta seguida de otra letra (¡Un diptongo, señor, un diptongo!) y todo esto precedido por una vocal produce esa letra que sigue siendo la preferida de muchos por tener un "sombrerito". No hay nada oculto en los orígenes de esta letra y generalmente se utiliza como una herencia rara que, a mi ver, va a desaparecer hasta dentro de un rato a no ser que todos los hispanohablantes se mueran por algún virus selectivo o esta letra nos sea extirpada con el soplo insuflado de la globalización (suena mal, pero descansa el animal). En lo que respecta al manifiesto, esto es lo que quiero aportar en esta entrada, que nos detengamos antes de querer alcanzar la esencia de la poesía para evitar decir pendejadas como: jugué al vaquerito con la Ñ, pero ni siquiera tengo el sombrero para probarlo. En otras palabras: Un infrahuevón debe dejar todas sus ideas por terminar, ya que sólo así, revisando todas las expectativas y espextativas, y con el gran uso de la inteligencia deductora de las posibilidades e implicaciones del proyecto, aceptando al mismo tiempo la negacion de la importancia de las situaciones no específicas y repitiendo sin cesar las opciones brindadas por una de esas co tres de esos, es como se puede lograr. Ojalá este capítulo les funcione a ustedes, infrahuevones in making, que a mí no me ha servido.

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