17 de marzo de 2007
¿On tá Laurel? ¡¡Aquí tá!!
Desayuno, no de campeones, pero es desayuno al fin. Pan integral y un vaso de leche, la otra mitad de limón, tenedor, fin de la historia.
Cuando los que saben cocinar en la familia son cuatro, siempre hay problemas, el más joven, yo, es el que sabe menos y, por tanto, todos se meten con la comida del otro. Así es que el refrigerador está hecho un desastre, la cebolla está donde debe estar el yoghurt, el yoghurt está destapado, hay bolsas dentro de los tupperware, jitomates en donde va la carne, y en el congelador hay una olla con pozole. Es difícil cocinar de esa forma, por eso prefiero hacerlo solo y ponerle todo a mi gusto.
Caldo de pescado según mi tía de La Paz, huésped querido, laurel, orégano, cebolla, clamato, agua, verdura picada como para bebé, no col, jitomate picado, cilantro, y el alto de la familia bajándo los ingredientes. No encontraba el laurel, y de hecho creo que le bajé el eucalipto, pero no está mal ver si el pescado se saboriza a Vick vapor rub. Ajo frito, ajos instintos, méxico, la gran ciudad moderna. Mejor dejo a mi tía sola, quitando escamas, y tapando el fregadero con las visceras... ahí pudo nacer Grenouille...
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