17 de marzo de 2007
Desayuno, la ventaneada de Rutina
Allá en la Habana del este, pasando el túnel, mi amor tiene una casita linda y ahí está mi corazón...
Quizá la canción que más se debería escuchar cuando preparo mis alimentos es la de Un bel di, de Aria, la misma del Chef Ornica y su Panal Gastronómico. Pero ahora, con eso de que acabo de bajar la discografía completa en mp3 de Buena Vista Social Club, ando cortando cebolla al ritmo de "El cuarto de Tula le cogió candela, se quedó dormida y no apagó la vela", pero es mejor no hablar de esos arranques culinarios y poner aceite a calentar, y luego ponerle sal y pimienta a la cebolla y "separar", y en otra batir huevos y entonces se pone la cebolla a freír y un poco de artritis me dice cuándo poner el huevo y poner una tapadera y esperar. No prendo la tele, hace tiempo que no lo hago, alimento al beta y veo que le debo cambiar el agua antes de irme de viaje, se evapora ahora más rápido que antes el agua...
Parto el limón, levanto la tapadera, exprimo una mitad y caigo en la cuenta de que se me olvidó el pan. Muy tarde. Ahí está la escoba, ahí el canto del agua y un sonido de Danone, ¿estará alguien ahí, quien pienso? ¿habrá vuelto?
Esa ventana nuevamente, maldito Bachelard que me hace esperarla ahí, esperando que la semana vuelva a su origen en un viernes, pero ya todo es otro. Maldita la ventana que no ha cambiado. Y la sociocrítica a todo...
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