6 de marzo de 2007

Pro Apocalypto, anti Eucalypto

Quizá ustedes tienen más contactos que yo de esos que lanzan correos en forma de cadenitas, ya que recientemente, léase antier, me llegó un correo según eso escrito por un guía de turistas que pide a los mexicanos que no vayan a ver la película de Mel Gibson porque es un churro hollywoodesco donde sólo hay sangre... La verdad es que yo estoy consciente de que lo que corresponde a mi cultura como tal es desconocido para mí más allá de lo poco que me han podido contar los viejos o lo poco que me han podido contar de los viejos. En fin, por ahorita sólo digo que fui a ver la película sin influencia de otros, bueno, quizá nomás con un dilema que apareció hace ya un rato, casi un año, en la comunidad de mexicanos. Es cierto que, sociológicamente, se nos presenta en la película una cultura distinta a lo que yo tenía contemplado. Pero en cuanto a rituales sociales, como el trato discriminatorio entre gente de la misma familia, la forma en que la persona más grande de la familia acepta que es su deber atender a los otros, las ofensas llenas de más sentido que las actuales ("llegará el día en que no puedas caminar"), la forma oral de reclamar un terreno y también la forma de imponerse el respeto en tales lugares es realmente similar a como me han contado los abuelos y tíos acerca de los abuelos pueblerinos: el control de las figuras de autoridad haciendo uso de una simple mirada. Las bromas, en tanto me lo dice el popol vuj, eran contadas también como hazañas, historias más valiosas que las de una cacería. Realmente considero inútil hacer una respuesta en cada aspecto del texto al guía de turistas, sé que lo hizo por una buena intención al ver que masacraban su área de estudio. Probablemente yo reaccionaría igual que él si se ponen a defender los métodos de enseñanza que considero obsoletos. Quizá me dejaría llevar por el instinto y gritaría lo que yo he interpretado como un ataque a mi dedicación. Dudo que haya esperado algo de tiempo esta persona para emitir tales juicios, que se haya detenido a analizar las debilidades y ventajas de la otra propuesta antes que empezar a fortalecer su defensa ante algo que quizá no sería una ofensa. En mi punto de vista, se dejó llevar por querer difundir su palabra haciendo uso de la novedad. Volviendo a la película, debo decir que fue entretenida, como supongo que es la intención de algo que nos debe mantener en nuestro lugar por casi dos horas sin hacer otra cosa más allá de parpadear. En cuanto a lo que se llamaría rescate de la cultura, debo decir que se hizo un buen trabajo para quienes se han acercado a estas culturas desde otras fuentes, porque los personajes, en cuanto a gestos y diálogos, respetan una cultura ajena a la mía y a las culturas que denominaría como actuales. Es una lástima que los atacantes de esta película, doctos en maya y pueblos antiguos de México, esperaran que esta película fuera su mesías y confirmara todas las teorías que han surgido de sus profundos estudios antropológicos e históricos. Digo que es una lástima porque siento que es el mismo problema que sufre una persona que busca recurrir a la televisión y el cine para difundir la lectura. Por alguna razón, le hemos dado características didácticas a las cosas cuyo origen no fue tal.

4 comentarios:

  1. Cierto de acuerdo contigo es el mismo problema que poseen aquellos que recurren a la televisión y el cine para difundir la lectura. Sin embargo disiento de las líneas «Por alguna razón, le hemos dado características didácticas a las cosas cuyo origen no fue tal» El cine también tiene además del aspecto lúdico otro más elevado (por llamarle de algun modo,creo que la instruccion y la diversion comparten lugares equivalentes en el espiritu). Lo malo es que a una ficcion se le dé el caracter de relidad historica. ES UNA FICCION y puede ser tan heterogenea como ella misma se pueda sustentar. no lo cree don manuel?

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  2. En lo personal, considero que uno de los principales problemas aquí es que, hasta donde yo me quedé, el señor Gibson basó su campaña publicitaria en que había investigado mucho sobre los mayas, y él fue el que dijo que era una representación de cómo fueron los verdaderos mayas.
    Basándome en eso, en realidad no puedo culpar mucho a los pobres antropólogos que se la creyeron. :/

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  3. Por más aseveraciones que haga un publcista o el mismisimo autor del guión que su obra es una reproduccion de la realidad, solo es eso una reproducción, una visión, una ficción. Dale una miradita a Hintikka o Ryan, o a Dolezel.

    Saludos

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  4. No todos estamos benditos con el bendito sentido común. Baste señalar el fenómeno del Código Da Vinci. :P

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