8 de diciembre de 2006
Ahora sí.
Y mire que ahora escribo porque tengo un poco de tiempo libre, por eso continuaré con la historia de... bueno, no recuerdo a qué iba el asunto, pero dejen termino:
Se me quedó viendo feo alguien que me escuchó, una mujer de rasgos blancos, cabellos negros y perfiles que recuerdo pero no sabría narrar, ya ven cómo esos primeros contactos improductivos no llevan a nadapero se quedan carcomiendo al espíritu... Ella tenía unos aretes chicos, eran unas bolitas negras colgando en hilito cromado, miró extrañada, yo hice mi cara de ouhps y ella volvió su atención a otro lado. Cabe decir, aunque no sé por qué, que, desde mis ojos, no se veía mal...
Debo aclarar que esa "revelación del Chiquitita" tuvo lugar el mismo día de la conferencia que mencioné en la entrada anterior, pero no en esa conferencia, sino en la lectura que dio don Zalik horitas más tarde allá en la Biblioteca Cabral del Hoyo.
Cabe decir que ahí se les durmió el cobre a mis compañeros o a lo mejor no escucharon, pero cerca de la biblioteca, el día de la lectura de los "cuentos compartidos", cuando andaban buscando la biblioteca con tal nombre, en una de esas ocasiones, oí decir a otro de los transeuntes "Aquí no es, pero pásenle". se les durmió o más bien andaban ocupados por lo que estaban a punto de leer, pero eso no viene ya mucho al caso.
Señoras, perdonen, no puedo mantener la historia con la calidad que les debo, permítanme otra interrupción para empezar otra entrada...
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