12 de diciembre de 2006
K... la estructura ausente
Dudo que esta persona lo lea, en parte porque he perdido comunicación con ella y en parte porque estoy levantando falsos testimonios. En fin, para seguir con la letra K, como ya aparté a Kitty para otros businesses, hablaré de la otra letra K que considero especial: la Special K....
Ya, más en serio, y para arreglar la pendejada del párrafo anterior, este personaje es uno de los propios, de esos que no tienen nombre por el temor casi adolescente de que se den cuenta. en la secundaria era J, en la preparatoria un número de dos dígitos y yo un 18. ¿por qué, ahora, no usar una K?
Es decir, es tan fácil hacer una dedicatoria, digamos, a doña Clagogo, o a doña Karen, la señorita que no sabe cocinar, o a J, la primera ustedeada, a quien yo (bueno, mi alter-yo que se cree Dios) la tengo en mi gloria, o a doña Adriana, que siempre interrumpe en el momento más adecuado, o a doña Itzel, que se acaba de conectar en el messenger y nunca, hasta donde creo, ha visto mi blog.
Nuevamente, vuelvo a la K, que en sí, por si no les ha quedado claro, es una mezcla de todas las mujeres que se aferran a mi inconsciente, en todos los detalles que me brinda esta sociedad, desde los codazos a la salida del tren ligero en la estación Juárez hasta los encuentros y conversaciones que sólo puedo traer a mi memoria cuando pienso en cómo me comporté en ese entonces; pasando mis reflexiones también por lo que se ve en los pósters y el internet.
No hay mucho por decir, esa es mi K, señores, la "tercera persona", el ideal por alcanzar, algo tan maleable y mutable como cualquier otra idea, la mano que sostiene la balanza del sí y el no.
This litle light of mine, I'm gonna let it shine
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