13 de diciembre de 2006

Ya le dieron cuerda al confesor....


Parece ser más fácil poner aquí las idioteces que recuerdo haber hecho que ser avergonzado cuando mi madre cuente los secretos de mi infancia al público presente en alguna de esas fiestas de catego. Con esto todo tipo de anéctdotas que ella vaya a contar estarían convertidas en un rito más de la fiesta, como las preguntas que siempre se hacen a los que llevas mucho tiempo sin ver...
Después hablaré de las fiestas, hoy le toca a mi segunda confesión: No me gustaban las lentejas.
Creo que no hay una razón buena, pero parece tradición de esta numerosa familia recordar que yo, de niño, "ponía las leguminosas en pedazos de celulosa"; es decir, envolvía las lentejas en servilletas y las tiraba al bote de basura. Y mis parientes, ese montón de gente bien formada y a la que estimo tanto, me lo siguen recordando...
Supongo que, de mi familia, soy de los más normales porque yo no les recuerdo las idioteces que hacen, pero no debo hablar mal de las otras personas porque corro el riesgo de que me pierdan el afecto que deben demostrar en las fiestas, así que aquí me callo.
Publico esta foto para honrar la amistad que se dio en Zacatecas, no los nombro porque ya saben quiénes son... eso sí, agradezco la foto a doña Itzel y a Photoshop por permitirme poner en la foto a Jandro haciendo el Mendoza, porque se tuvo que ir un dia antes y por eso no estaba en la foto.
En fin, hasta la próxima entrada...

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