14 de diciembre de 2006

De mesurar el tiempo

Quizá algún sabio, de esos que nunca recordamos, alguna vez dijo que no nos sería válido el día sin que se haya tocado, por lo menos, una cuerda. Quizá esto carece de sentido para los que no tienen una ipod o que en la computadora han apagado las bocinas sin ánimo de encenderlas nuevamente. Pero siendo lúdicos en la interpretación de esta frase quizá ficticia, la mayor parte del sentido recae en las palabras día, tocar y cuerda: Día: es una cuestión de tiempo y, por tanto, de conciencia del pasar del tiempo. Puede no ser importante en nuestra vida diaria este concepto, porque en muy contadas ocasiones nos ponemos a pensar que ya pasó un día más en nuestras vidas y, de éste, no recordamos mucho... Tocar: tiene que ver, en este contexto, con golpear algo hasta que suene, pero también está esa concepción algo poética de que es necesario tocar las cosas para saber que ahí están. No sé ustedes, pero llevo tres semanas sin tocar las paredes de mi cuarto, y eso me llega a preocupar.... Cuerda: es algo delgado que, en este caso, está sujeto por los dos extremos, ya que es la cuerda de un instrumento como la lira, el arpa o los cabellos de la amada. También está eso de la cordura, pero comienzo a sospechar que el autor de esta frase ficticia no estaba cuerdo. Como conclusión, este autor ficticio puede tener algo de verdad si es que amaba tanto la música, pero yo, que sólo sé tararear, y mal, quizá deba leer para estar consciente de los días que pasan... Quizá yo sea un caso extraño, pero no les ha pasado que, cuando les preguntan acerca de cuándo pasó tal cosa, como una llamada telefónica al hogar, sólo podemos contestar que fue hace como dos capítulos? eso del tiempo es algo maldito...

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