25 de octubre de 2006

apologiando

No le hagan caso a la entrada anterior, es sólo para sacar al derrotista que hay en mí, no lo tomen en personal si sienten que estoy balando ante ustedes insinuando que son ganado, no cambien por mí. En otras noticias, la debilidad humana llegó, y le tengo que contar mi vida a alguien desconocido: detesto el protagonismo y por eso no hablo de lo que hago, porque no me gusta recibir palmaditas ni apoyo externo. Es esto mismo lo que me hizo preguntarme que, si yo estoy haciendo solo todo el evento que organizo, para qué necesito a otros seis que hasta la fecha han seguido su vida normal después de juraron fidelidad al proyecto. Me vale madre, ya todo va en buen camino pero queda el paso más pesado, eso de que en la playa me van cargando lamentablemente no es cierto al cien por ciento, pero habrá tiempo para vengarse de gente a la que no sé si seguiré viendo con la misma mirada neutra que les dirijo. Qué hueva estar enojado, no por el coraje y las implicaciones físicas de tal asunto, pero sí por tener que recordar que hay que cambiar la cara cada que estamos cerca de alguien a quien odiamos. en fin, que sea la paranoia la causante de esta entrada.

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