14 de octubre de 2006

H... de....Horchata, o de Hamaica... mejor de Heil Hynkel

La verdad que en la letra hache existen figuras femeninas que tienen algunas cosas nombrables, desde la Heidi que ayudaba a Pedro a cuidar ovejas hasta la Hermione de Harry Potter, donde por cierto, me enteré que en el último libro muere el viejito, creo que se llama Dumbledore. Ahora que le arruiné la sorpresa a varios de aquellos que están esperando ver la película y no pasaron seis horas de su vida haciendo fila en la Gonvill para comprar el libro traducido al español y otras dos leyéndolo, puedo seguir con la mención de una mujer de la que no sé ni por qué la menciono: Hannah.
Además de que es un palíndromo, todos recordarán a esta mujer por la tomatiza que le ponen en ls historia del gran dictador (The Great Dictator). No hay mucho de especial en esta mujer, ya que, sin ánimo de discriminar, es sólo el cliché de una lavandera judía que está harta del gobierno de Hynkel y de cómo los portadores del poder tratan a los judíos. Es la clásica figura del diamante en bruto: basta que le laven la cara y la peinen y el público, además de estar embobado con las imágenes en movimiento que ahora ya tienen sonido (mejor dicho: voz, ya que antes era musiquita tocada en vivo o ya grabada), se enamoraría de ella. Es a esto a lo que voy, la industria cinematográfica ha hecho uso muchas veces de esta forma de mostrar a la mujer-diamante-en-bruto, es como una recompensa que le dan a la ñora por aceptar su fealdad, o un refuerzo que le hacen a la belleza de esa mujer para que su papel no sea olvidado. Me vale madre si no me di a entender, pero van unos ejemplos: Cenicienta: la lavan, le dan un nuevo vestido y, como resultado, se queda como el príncipe. Miss Congeniality, lo mismo, pero en lugar de usar una empleada doméstica usan una policía a la que, por razones de moda, depilan las áreas donde cenicienta probablemente sí tenía pelitos. Resident Evil:Apocalypse A Jill Valentine le dan el papel principal, pero la que debe importar es Alice y, por eso, la entrada de Alice al templo, rompiendo un vitral con una moto y matando dos lickers, deja a Jill a un lado por gran parte de la película. Bety la Fea, María Mercedez y María la del barrio, y el caso de Hermione como ese ejemplo del refuerzo de belleza o ideal femenino. Del último, bueno, la número cuatro es la única película que he visto de Harry Potter y lo único que sé de fuente directa; quizá por eso, por no estar involucrado con ese mundo de piedritas, sangre cien por ciento maga, ratas asesinas que se convierten en hombres gordos y otras cosas por el estilo, noté que la figura de Hermione estaba siendo opacada ante el público por la más "crecidita" de Fleur Betancourt, o, ya ni me acuerdo, el nombre era algo así. Digo, le dieron algo de importancia a tal belleza cuando el señor Rodney(creo que así se llama), uno de los personajes principales, va y pregunta a la niñita francesa si quiere ir al baile con él. Esa belleza era incontrolable y debía sofocarse, por lo menos en la película, o tendrían que tener a una estudiante de intercambio para la siguiente película y Hermione no estaría como líder en el monopolio de las figuras femeninas de la película, cosa que no sé si sucederá. La solución que se da en la película: mandar al atributo estético de la étudiante fatale al fondo de la historia en el baile, y culminar el sepulto (ok, licencia poética...) con la belleza reforzada de Hermione en su vestido de gala. De ahí en adelante, ya no se deben de preocupar en opacar la belleza de la otra mujer, sólo los más impresionables seguirían fijándose en el desempeño de Betancourt dentro de la historia... Volviendo a Hannah, lo que destacaría de esta mujer judía sufriente (así la maneja Chaplin, no yo), es que a ella se le dedica la gran acción del final de la película, es decir, el discurso es causado porque el barbero piensa en ella y de ahí generaliza para todo el pueblo, el discurso termina en algo así como que le piden a Hannah que mire que el hombre ya tiene alas para volar hacia el futuro, que ya es libre, pues. Hannah es una mujer, no sé si una forma de estética femenina de aquella época, pero sus lágrimas, al igual que las de cualquier otra mujer, son las que hacen que el que puede ser emperador del mundo prefiera darle libertad a todos los hombres... ... ...ok, ni yo me la creí... Click en el título si desean ver el discurso del barbero, en español de España.

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