En fin, le puse Sendero porque.. no, déjenme terminar de hablar del gran éxito de la culpa no es de la vaca, o en su problema, de lo que sociocríticamente creo que trata el libro:
Se pudo haber llamado la vaca tiene la culpa, pero lo que importa aquí es más el sentido de resaltar a la culpa y no a la vaca, es decir, vemos que hay un conflicto de jerarquización que nos hace poner nuestra atención no en un objeto animal que realiza acciones, sino en un objeto abstracto, una idea que se llama culpa. En segundo lugar, tenemos la ausencia de una figura humana en un libro que tratará de componer a un humano. ¿Fábula, animalización? Esta ausencia nos muestra que probablemente el libro nos hable de la humanidad que prefiere atribuir a un elemento indomable como la naturaleza algo de lo que se nos hace responsables.
En este momento, se me regañaría en clase porque no sigo un orden en mi pensamiento, pero también es de observarse que el maestro se extrapola y pasa de la crítica per sé a la forma en que funciona la humanidad, sin duda nos diría que la culpa es una macroestructura debido a que es un término en el que se trata de alguien en un nivel superior que hace responsables a unos inferiores que se remorderán por pensar en la culpa. Entonces, lo que queda de este libro es que probablemente nos enseñe a ser responsables por nuestros actos como un código moral y que matemos a las vacas para hacerlas tacos, ahora que es necesario comer maíz para sentirnos identificados con la televisión y seguir consumiendo maiz por el hecho de que nuestra identidad será, en un futuro no distante, solamente una tortilla, y el precio se podrá disparar mientras nos ahogamos en que debemos seguirla comiendo porque es nuestra identidad....
Y del sendero todavía no hablo, pero ya voy a dejar a los lectores a que tengan sus espectativas todavía en alto de este libro que realmente no promete nada benefactorio para la sociedad, por lo menos el título no ayuda mucho, más que a explicar una vida a partir de situaciones absurdas, como una muñeca que es querida por la escoba, el león, la bruja y el ropero o el hecho de vivir en una piña debajo del mar.
En el Sendero, que llamé así porque fue caminar nuevamente por las rutas que llevaban a mi casa del centro, recibí uuna lección que se aplica a la forma de crear:

No hay comentarios.:
Publicar un comentario