27 de abril de 2007

Qué le pasa a este blog?

Si recuerdan eso que se llama la pérdida de la musa y que tanto he atacado como un pretexto idiota para no querer escribir, cabe decir que, cuando uno quiere realmente escribir es como si estuviéramos navegando por las curvas de la literatura, ese mundo tan viruleado por miles de regazos de poetas y darketos de regadera(si es que tal contaminación semántica es posible), dedos de gobierno, lenguas de escritores y ataviada con las coronas de distintos comediantes. Y es como con los animales que deben estar en competencia: si se enamoran, se hacen lentos, se vuelven caricias de atole y causan que la misma amante que brinda letras, trazos, sonidos, combinaciones y distintas sensaciones se comience a enfadar de ellos. A cada caricia se debe mejorar, volverse uno mejor. De todo esto, debo decir que por ahí escuché que un buen escritor, de esos que hasta da orgullo conocer, por cada hoja que tiene publicada, ha tirado veinte. Al parecer, si todo esto se mete a traducirse en cuartillas, por cada hoja que tengo publicada en una revista o similares, he escrito un promedio de cuarenta y cinco. Voy bien, creo. Bueno, señoras, a quienes debo dejar de llamar señoras por demanda del público (lectores únicos y medio irrepetibles... fieles al fin y al cabo), esto es lo que sucede con el blog, ha bajado algo de calidad, pero se seguirá escribiendo porque no nos queda otra que entretener a los lectores lascivos con las debilidades ajenas.

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